IN MEMORIAM

A diez años de la muerte sin esclarecer de Yasser Arafat todo apunta a una tercera Intifada en los territorios ocupados

El décimo aniversario de la muerte de Yasser Arafat, fue recordado con el espíritu de los palestinos en pleno auge de reclamos y enfrentamientos con sus vecinos israelíes, para muchos anticipando la tercera Intifada, cuyo segundo capítulo quedó inconcluso ante la inesperada muerte del líder palestino.

El presidente palestino Mahmud Abás, rindió homenaje al líder pero en su discurso no se abstuvo de criticar duramente tanto a Israel como al movimiento Hamás/ Foto: AFP

Miles de personas con retratos de Arafat y banderas palestinas se dieron cita en Ramala, en tanto los enfrentamientos entre Al Fatah y Hamas, no permitieron que las ceremonias se cumplieran en la Franja de Gaza.

En la sede del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina –la Mukata- se rindió homenaje al dirigente en su mausoleo, donde se depositaron innumerables ramos de flores. Arafat habría sido envenenado con polonio, según reveló –con un 83% de certeza- un estudio del Instituto de Física de la Radiación, de Lausana, Suiza, en un informe recogido por la cadena Al Jazeera a finales del año pasado.

En medio del homenaje la división palestina pautó la realidad

El presidente palestino Mahmud Abás, rindió homenaje al líder pero en su discurso no se abstuvo de criticar duramente tanto a Israel como al movimiento Hamás, y advirtió incluso sobre la posibilidad de una “guerra religiosa” en Jerusalén, donde los judíos intentan cambiar las actuales reglas en la Explanada de las Mezquitas.

Abás añadió leña al fuego en la división entre palestinos, al acusar a Hamás de que sus extremistas estaban detrás de las explosiones de la semana pasada que atentaron contra gente de Fatah en la Franja de Gaza. Fatah, que gobierna en Cisjordania, ha denunciado al Hamás por atentar contra el escenario preparado para esta ocasión en Gaza, el que voló por los aires, después de una explosión sin que nadie se atribuyera la responsabilidad.

Arafat, junto a Rabin, ganaron el Premio Nobel de la Paz, tras los acuerdos de paz firmados en septiembre de 1993, en Wasdhington, entre Palestina e Israel, donde se convirtió en el primer titular del gobierno autónomo de la Autoridad Nacional Palestina que en princpio tuvo poder en Gaza y Jericó y luego alcanzaría a Cisjordania.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje