Europa festeja todo el fin de semana un cuarto de siglo de la caída del muro de Berlín, comienzo del fin de la “Cortina de Hierro”

“La caída del muro no fue un milagro, sino la consecuencia de una revolución pacífica sin precedentes no sólo en la historia alemana, que fue precipitando las cosas a un ritmo asfixiante durante meses”, dijo Norbert Lammert, presidente del Bundestag, ante el pleno de legisladores.

Desde la noche del sábado 8.000 globos luminosos marcarán 15 kilómetros de donde estuviera emplazado el muro, y el público será invitado el domingo a lanzar esos globos al cielo en muestra de reconocimiento por las libertades recuperadas. El espectáculo podrá ser visto en directo en todo el mundo a través de //dpaq.de/nt2kW

Mijail Gorbachov uno de los grandes impulsores de la caída del Muro, ha llegado a Berlín donde inaugurará una exposición en el famoso Checkpoint Charlie, icónico lugar de paso entre este y oeste, mientras estaba prohibido el libre traslado en la ciudad.

La fiesta principal será el domingo en la Puerta de Brandenburgo, donde habrá conciertos de figuras internacionales; la canciller Angela Merkel, nacida en la ex República Democrática de Alemania y la primera mujer que gobierna Alemania, tendrá a su cargo el discurso central sobre el acontecimiento histórico en la Bernaeuerstrasse.

El 9 de noviembre de 1989 terminaba la Guerra Fría

“El Muro continuará en pie dentro de 100 años” aseguró en 1989 Erich Honecker, principal dirigente comunista de la República Democrática Alemana (RDA). Meses después el 9 de noviembre de ese mismo año la barrera habitualmente controlada a cal y canto por militares de la RDA se levantaba y el Comité Central del Partido Comunista anunciaba –aunque confusamente- que una nueva ley permitiría pasar de este a oeste.

En menos de dos horas 20.000 personas cruzaron hacia el oeste sin documentación alguna mientras la concentración alrededor de los 15 quilómetros de hormigón crecía a niveles sin precedentes y comenzaba la gente a derribar con sus propias manos lo que había dividido a los alemanes desde 1961. Berlín fue una fiesta, y al año siguiente la RDA se reunificaría definitivamente con la República Federal Alemana.

La caída del Muro fue el principio del fin de la “cortina de Hierro” y de los regímenes satélites de Moscú, incluso de la misma Unión Soviética, y aunque el mundo siguió teniendo comunistas, socialismo y capitalismo, ya nada volvería a ser como antes.