Con los republicanos como favoritos comienza la carrera a las presidenciales de 2016

Si bien las encuestas son dispares, dado todo lo que se elige tanto a nivel nacional como estadual, el mal momento que atraviesa el presidente Obama hace que la mayoría de los relevamientos estén apuntando a un dominio neto de los republicanos en el poder legislativo, y una dispersa, pero también más tradicionalista preferencia, en los cargos de menor relevancia.

Mientras la crisis del Estado Islámico, y principalmente el terror en territorio estadounidense ante eventuales atentados, y la epidemia del ébola que ha tenido puntos contradictorios y también de alto impacto en los votantes, han significado un duro revés para las aspiraciones demócratas, los observadores recuerdan que en general el voto en las legislativas es para quienes no están en la Casa Blanca en ese momento de la historia.

La no obligatoriedad del voto beneficia en principio también a los republicanos, ya que el voto es “tradicionalmente” de varones blancos, mayores, jubilados y conservadores, a lo que se suma el “desgaste” que para muchos implica estar al frente de una administración de gobierno.

El último discurso de un presidente en caída casi libre

Obama se presentó en un último acto político en Bridgeport, donde pidió a los demócratas presentes, un voto de confianza en tanto aseguró todos están mejor que cuando asumió la presidencia “A pesar del cinismo, Estados Unidos avanza”, sentenció.

«Aunque la oposición no quiere reconocerlo, hay trabajadores que tienen hoy empleos que no tenían antes. Hay familias que cuentan hoy con un seguro médico y del que carecían antes. Hay jóvenes que van hoy a la universidad cuando antes no tenían esa oportunidad. Hay soldados que estuvieron en Afganistán y que hoy están con sus familias aquí gracias al voto de ustedes», les dijo el mandatario, que les pidió particularmente que fueran a votar y no hicieran caso de las campañas opositoras que invitan a no ir a las urnas el martes.

Obama había recordado el sábado que “son las últimas elecciones en que estoy involucrado como presidente”, lo que muestra de antemano que no volverá a candidatearse, después que lo haga con seguridad Hillary Clinton, favorita de los demócratas para enfrentar a las fuerzas republicanas durante todo el año próximo.