Papa Francisco pide “respuesta adecuada” contra Estado Islámico, que vuelve a ganar terreno
El papa argentino dijo a 79 cardenales de todo el mundo que “no podemos resignarnos a pensar en un Medio Oriente sin cristianos. Hay un fenómeno de terrorismo de una magnitud a primera vista inimaginable”, al tiempo de reclamar a la comunidad internacional “dar respuesta adecuada” al asunto.
Por su parte el cardenal secretario del Estado Vaticano, Pietro Parolin, adhirió al mensaje papal recordando que el EI está recibiendo “apoyo político más o menos claro, del comercio ilegal del petróleo, del suministro de armas y de tecnología” y que se deberá “prestar atención a las fuentes” para dirimir la cuestión.
Considerado “el número 2” del Vaticano, Parolin calificó como “lícito detener al agresor injusto, pero en el respeto del derecho internacional”, apuntando que existe una “explotación de la ideología fundamentalista”, donde están las causas más allá de una respuesta que “no debe ser únicamente militar”. La comunidad mundial debe enfrentar al EI, en tanto “pisotea el derecho y adopta métodos terroristas para intentar expandir su poder: matanzas masivas, decapitación de quien piensa distinto, venta de mujeres en el mercado, enrolamiento de niños en los combates”, reconoció el prelado.
Mientras tanto los yihadistas vuelven a ganar terreno en Siria
El Estado Islámico volvió a derrotar a las fuerzas del gobierno de Siria, en la ciudad de Deir al Zor, en la zona oriental del país, en el primer avance efectivo en dos meses sobre el área.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, dijo que hay decenas de muertos en la ciudad, ubicada a unos 450 kilómetros al noreste de Damasco, en una provincia fronteriza con Iraq. La mitad de la ciudad está ya en manos del EI, pese a que en las últimas horas bombardeos de la coalición occidental encabezada por Estados Unidos, multiplicaron los ataques.
Los observadores afirman que el EI ha desplazado desde Kobani, un importante contingente de fuerzas, y prefiere mantener un control relativo en esa ciudad, antes que intentar hacerla caer bajo fuego aéreo demasiado intenso, y opta por abrir un nuevo frente de batalla en un sector que no había sufrido enfrentamientos en más de dos meses.
Los combatientes kurdos en tanto, aguardan refuerzos en Kobani, prometidos desde Iraq, pero el enfrentamiento entre Turquía y EE.UU. para que éste último no de más armas a los milicianos kurdos, pone en entredicho el apoyo imprescindible para evitar la caída del bastión.
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