Atleta paralímpico Oscar Pistorius condenado a 5 años de cárcel por matar a su novia

La justicia entendió que hubo “negligencia” por parte de Pistorius, al abrir fuego contra su novia, la modelo Reeva Steenkamp, al aceptar la versión del acusado que la confundió con un ladrón que estaba en su casa.

“Una sentencia sin custodia daría un mensaje erróneo a la sociedad, pero una sentencia larga tampoco sería apropiada”, dictaminó la jueza Thokozile Mazipa, puntualizando la gravedad del delito cometido por “un minusválido que necesita atención psicológica”.

La jueza falló en medio de una polémica que conmueve desde hace un año a la opinión pública sudafricana, y se ha hecho extensiva a otros escenarios. Para la defensa de Pistorius, el atleta debía ser contemplado dada su fragilidad y la imposibilidad de encarcelar a un hombre con las piernas amputadas en tanto las cárceles del país carecen de infraestructura imprescindible para ello, por lo que pedía tres años de arresto domiciliario.

La fiscalía –y los familiares de la novia muerta- exigían la condena por asesinato, con 15 años de prisión, algo para lo que no hubo pruebas, en tanto se entendió que el homicida no podía prever la muerte de una persona que se hallaba en el baño.

De la gloria mundial a la cárcel sudafricana

En 2012, y después de participar en los Juegos Olímpicos de Londres, donde se convirtió en el primer paralímpico que compitió con atletas válidos, Pistorius fue reconocido por la revista Time, como una de las 100 personas más influyentes del planeta. “Es la definición misma de la inspiración mundial”, decía Time.

Medio año después Pistorius, disparó al baño cuatro veces, creyendo que en él había un ladrón según declaró: pero en el retrete estaba su novia, que murió. Desde entonces todo ha sido controversias entre una fiscalía que afirmó sabía lo que hacía y la mató por razones que oculta, y la defensa que adhirió a la versión del atleta que creyó había ingresado un ladrón a la casa.

Pistorius, amputado debajo de las rodillas a los 11 meses de edad, se había convertido en plurimarquista de oros, en competencias paralímpicas, y debió seguir un durísimo camino para lograr competir en Olimpíadas convencionales, tanto por lo que significó en la pista como en la burocracia, hasta que finalmente en 2008 fue autorizado. Logró clasificar en semifinales del relevo 4×400 y en finales para los 400 individuales.