Parlamento francés aprueba subvención para trabajadores que vayan al empleo en bicicleta

Con la mayor conferencia mundial sobre ecología y medio ambiente en su horizonte (la reunión de países que deben reformar el Protocolo de Kyoto) el año entrante, Francia prepara el escenario para la ocasión, además de intentar contribuir legalmente a la disminución de contaminantes. Así la aprobación de la Ley sobre la Transición Energética para el Crecimiento Verde, “permitirá a Francia contribuir más eficazmente a la lucha contra el cambio climático y reforzar su independencia energética”, dice el portal ministerial galo //www.developpement-durable.gouv.fr/

El debate está abierto en tanto no todos los franceses están conformes

En esa línea es que se ha incluido una de las normas más populares hasta el momento como es el plan de movilidad destinado a incentivar que los trabajadores usen sus bicicletas. Las empresas que tengan más de cien empleados, recibirán beneficios fiscales que deberán revertir en sus trabajadores que acudan al trabajo pedaleando, con una certificación clara de cuántos quilómetros realizan por jornada, y cobrando en consecuencia. También habrá beneficios para los trabajadores que en vez de utilizar sus autos, empleen el transporte público. Otro tanto ocurrirá con quienes tengan automóviles de gas-oil y los sustituyan por otros eléctricos que se reconoce son menos poluentes.

Mientras se aguarda que el Senado apruebe definitivamente la segunda fase legislativa de la norma, se escuchan voces discordantes: desde la Federación Nacional de Asociaciones de Usuarios de Transporte, se reclama que se “minimizó” lo vinculado al transporte alternativo y se apuntó solamente a los ciclistas como una forma “marketinera” de acceso a la benevolencia popular y la atención de la prensa en especial. Recuerdan que las ciudades francesas están absolutamente contaminadas a nivel aéreo y que el esfuerzo de pedalear en ellas afecta más a los pulmones, de lo que beneficia la salud general.

Mientras tanto las organizaciones ecologistas denuncian que se “quiere tapar el Sol con el dedo” y que el tema de fondo es la reducción de la cuota nuclear para la producción de energía eléctrica, algo que la ley apunta hará a un 50% de lo actual en 2025. Los ambientalistas afirman que ese horizonte es absolutamente lejano, mucho más allá de lo prometido oportunamente por el gobierno.