Canadá se suma a bombardeos contra Estado Islámico que ahora busca ocupar área de Turquía

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, logró que sus legisladores conservadores aprobaran, por 157 votos a favor y 134 en contra, participar de los bombardeos contra el EI, una solicitud que habían formulado los Estados Unidos.

El documento legislativo, autoriza por seis meses «ataques aéreos en Irak», pero al igual que el resto de los aliados deja constancia que no usarán tropas terrestres. En principio Canadá enviará seis cazabombarderos CF-18, además de aviones de vigilancia y de transporte, a los que se sumarán unos 600 efectivos.

En Washington la Casa Blanca emitió un comunicado donde afirma: «Estamos agradecidos por la nueva contribución de Canadá contra el terrorismo».

Los últimos bombardeos aliados en las zonas del frente no han tenido el resultado esperado, y la estratégica ciudad de Kobane, en la frontera sirio-turca, continúa en medio de la lucha, sin que los defensores kurdos, ni los atacantes yihadistas, logren atribuirse su dominio total.

Las incursiones aéreas de EE.UU. aumentaron «pero los ataques no son suficientes para vencerlos», dijo el presidente de Turquía Recep Erdogan.

Turquía tiene su primer área territorial rodeada por el EI

La declaración del mandatario turco se produce en un momento de altísima tensión para su país, ya que un enclave histórico –la tumba del abuelo del fundador del Imperio Otomano- está rodeado por los yihadistas, que amenazan ocupar el lugar.

La tumba de Suleyman Shah, está en el extremo norte de Siria, pero por el Tratado de Ankara de 1921, es territorio de Turquía, que tiene allí una guardia militar permanente. Los yihadistas han rodeado el lugar y amenazaron con atacar el mausoleo si los turcos no arriaban la bandera: no la arriaron, pero los terroristas tampoco cumplieron lo dicho.

«No olvidéis que no estáis solos allí. No olvidéis que la orgullosa nación turca y sus 76 millones de ciudadanos os respaldan: Confiad en que nuestras fuerzas armadas estarán con vosotros en un segundo, si recibimos un aviso vuestro», dijo en un discurso público al contingente de guardianes del mausoleo, el general Necdet Ozel, Jefe del Estado Mayor de Turquía.

El sitio histórico es tradicionalmente custodiado por cadetes, pero en las últimas jornadas los mismos fueron sustituidos por comandos de un cuerpo de elite de Turquía.

El fin de semana pasado The Washington Post informó que los cadetes que custodiaban la tumba del prócer habían sido secuestrados por el EI, pero el ejército turco desmintió de plano la información.

«El Estado de la República de Turquía no dudará en movilizar todos sus recursos para proteger incluso la menor franja de nuestra tierra», dijo el presidente Erdogan en el inicio de una festividad musulmana, al tiempo de llamar «héroes» a los militares que están en el cónclave en cuestión. El Parlamento en tanto, aprobó una autorización para que Erdogan envíe a esa zona de frontera, e incluso ingresen a Siria e Irak, tropas del Ejército con el fin de «combatir a los terroristas».