El mayor ciberataque a un banco: 80 millones de clientes del JPMorgan a la vista

En lo que The New York Times ha titulado como «el mayor ataque cibernético a una empresa en los Estados Unidos», el banco ha reconocido que la información de los clientes fue vulnerada con un ataque específico a las webs, y a las aplicaciones móviles de JPMorgan y de Chase.

Los técnicos están abocados este fin de semana a establecer con la máxima certeza posible hasta dónde llegaron los ciberatacantes, en tanto afirman no hay pruebas de que las claves de acceso y los números de cuenta hayan podido ser accedidos por los delincuentes. El banco ha convocado todos los clientes a atender de inmediato sus cuentas para constatar si existe algún tipo de irregularidad, mientras asegura no tener constancia de que se haya registrado algún tipo de fraude, de momento al menos.

El reporte oficial confirma la circunstancia

«La empresa sigue vigilando y controlando la situación e investigando este asunto (…) El banco está cooperando completamente con todas las agencias gubernamentales a las que involucra la investigación», afirmó el banco en el documento presentado ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), donde se dejó constancia oficial del hecho.

Aunque el banco en principio había negado sufrir alguna vulnerabilidad, la constancia oficial hizo que el director general de la institución, Jamie Dimon, reconoció su preocupación, aunque dijo que para final de año, el banco habrá gastado más de 250 millones de dólares en seguridad de la red, además de tener abocados unos 1.000 funcionarios para los sectores vinculados.

El Morgan se suma así a la lista de las ahora cinco megaempresas financieras norteamericanas víctimas de un ataque de esta naturaleza, y sobre los que el FBI intenta dilucidar si se trata de una operación económica, o alcanza niveles de espionaje internacional. Los objetivos del caso, apuntan según los especialistas que el tema va mucho más allá de un simple intento por hacerse de fondos o por demostrar capacidades de interferir en las redes de las empresas bancarias.