ELECCIONES EN BRASIL

Gays realizan «besazo» para impugnar por homofobia a candidato presidencial

"El aparato de excreción no reproduce" dijo ante las cámaras de televisión el candidato presidencial brasileño Levy Fidelix, al ser consultado sobre el matrimonio homosexual. Las comunidades vinculadas, estallaron.

«Somos una mayoría que debe combatir a esa minoría», concluyó en medio del asombro de los otros candidatos presidenciales

Después que el candidato del Partido Renovador Laborista hizo su afirmación a la TV Récord, los teléfonos de la emisora se bloquearon por saturación de llamadas, mientras las redes sociales viralizaban la afirmación y convocaban a salir a las calles en repudio por la homofóbica declaración.

El candidato dijo además en la misma oportunidad que Brasil verá «disminuir» su población en el futuro si las familias aceptan la homosexualidad, y exhortó a enfrentar «a esa minoría».

Horas más tardes en distintas ciudades brasileñas se producían concentraciones convocadas bajo el nombre del «gran besazo» -con Sao Paulo como epicentro de la movilización- en las que centenares de gays, lesbianas y bisexuales se dieron cita para repudiar al candidato a la presidencia.

El acto tuvo en todos los puntos del país la misma consigna: impugnar a Fidelix como presidenciable por «fascista, misógino, homofóbico y discriminatorio», entre otras acusaciones.

Todas las fuerzas políticas condenan al homófobo

Desconocido prácticamente hasta días atrás, y solo considerado como un candidato tradicionalista de muy bajo perfil, Felix se hizo viral en cuestión de horas cuando miles visitaron el programa de debate político donde había hecho su declaración: «Dos iguales no tienen hijos y el aparato excretor no reproduce».

A ella sumó: «Los homosexuales que crean que tienen que tratarse que lo hagan pero lejos de nosotros (…) pásate una noche por la Avenida Paulista: ahí si que la cosa está fea!», dijo en referencia a uno de los puntos de concentración gay de Sao Paulo. «Somos una mayoría que debe combatir a esa minoría», concluyó en medio del asombro de los otros candidatos presidenciales que asistían al programa, que guardaron silencio.

Desde todas las baterías políticas las críticas no se hicieron esperar y fueron unánimes en la condena al candidato. La presidenta Dilma Rousseff se reunió posteriormente con dirigentes de los movimientos LGBT, a lo que dijo que las declaraciones de Fidelix «no representan la diversidad y grandeza del pueblo de Brasil (…) la homofobia debe ser criminalizada«, agregó.

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