Oriente Próximo ante el Estado Islámico y el asalto de EEUU a Siria

Provocar “conmoción y pavor” ha sido el objetivo de la emisión del vídeo del brutal asesinato del fotoperiodista James Foley (con polémicas sobre su veracidad) en la opinión pública occidental, sin que nadie corrigiera la información anterior que implicaba al gobierno de Bashar Al Asad del secuestro del pobre hombre. Que poco después, Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto señalase a Siria como “clave” para detener al Estado Islámico (EI), sólo mostraba que estábamos ante la última parte de una información dosificada: en junio, cuando EI ocupó Mosul, Obama se negó a autorizar el bombardeo de sus posiciones; en agosto, ante las amenazas a Erbil, dijo que actuaría por motivos “humanitario” para romper el cerco a los iraquíes y estadounidenses atrapados. “De repente”, y tras el vídeo, el presidente promete “larga lucha” contra el EI y no solo en Irak sino también en Siria. ¿Bombardeará a sus propias armas entregadas a los yihadistas, a los que ha prometido más armas por valor de 500 millones de dólares? Mientras, el Congreso estudia la petición de Obama para invertir 5000 millones de dólares en ampliar las instalaciones de la CIA en Jordania y Turquía, países encargados de alojar a los yihadistas que antes de Foly ya habían decapitado de miles de civiles sirios e iraquíes con estas mismas armas. ¡Algo sabía Chuk Hagel cuando dijo que EL está “tremendamente bien financiado”!

Con Rusia en el Consejo de Seguridad, Washington recurre al pretexto de la “Responsabilidad de Proteger” para agredir a Siria, y entre otros objetivos, atacar a Moscú en su punto débil, ahora que no consigue derrotarle en Ucrania, cambiando así la ecuación geopolítica en Eurasia, y de paso, forzar la dimisión de la familia Asad del poder. Si no lo consigue, al menos tendrá una “zona de exclusión” desde donde lanzar operaciones eficaces por todo el territorio sirio. Que EI haya borrado las frontera irako-sirias, obedece al modelo de af-pak – Afganistán/Pakistán: le sirve a EEUU moverse allí sin ser acusado de burlar la soberanía de dichos países. Uno de los motivos de la destitución de Nuri Al Maliki ha sido justamente eso: no le permitía a Obama usar el territorio iraquí para atacar a Siria.

¿Qué dicen los países de la zona?

Arabia Saudí: Según WikiLeaks, EEUU sabía que “Arabia Saudita era la fuente más importante de financiación para grupos terroristas sunitas en todo el mundo”, el mayor patrocinador económico e ideológico del yihadismo sunnita. Sería un error menospreciar la influencia del lobby saudí sobre los políticos occidentales y sus medios de comunicación. Una impunidad que ha llevado al wahabismo de la silenciosa Casa Saud por los cuatro rincones del planeta: desde la Federación Rusa pasando por India y China llegando a Europa.

-Ha forzado el cese del proiraní Nuri Al Maliki. Toda una victoria política.

– Destrozando Irak, ha impedido que el hoy segundo productor del petróleo de la OPEP pudiese arrebatarle, en unos años, su puesto de primera.

– Pone fin al proyecto del gaseoducto Irán- Irak- Siria.

– Acaba con el peligro de la “media luna chiita”.

– Su wahabismo ha arrinconado a la poderosa rival, la Hermandad Musulmana en Egipto, Libia, Palestina (Hamas), entre otros países.

– Ha neutralizado la apatía de un Obama reacio a intervenir militarmente en Siria.

– Exporta radicales de su territorio. En casa podrían desestabilizar el poder del clan de Saud.

En medio del masivo apoyo de los jeques al EI, hay voces discrepantes: el Jeque Abdulaziz, Gran Mufti de Riad, considera apostata a los hombres de EI, no sólo porque algunos de sus sectores salafistas consideran a los wahabíes unos desviados del Islam puro, sino por atreverse a declarar el “califato” en Irak, mientras es Arabia quien cuida de la Meca y Medina.

Lo paradójico es que hasta los propios caudillos saudíes no airearon su macabra ideología totalitaria fuera de su país hasta la década de los 1980, cuando a la CIA se le ocurrió usarla contra la Unión Soviética y las fuerzas laicas y progresistas de Asia Central y Oriente Próximo. Ahora el pudor se ha perdido y el extremista chiita o sunnita, cuánto más retrógrados sean u utilicen métodos más medievales para torturar y matar, se presenta mejor creyente.

Irán está dispuesto a cooperar con EEUU en contener a EI, porque:

– Los yihadistas sunnitas están a 25 kilómetros de sus fronteras occidentales. Los kurdos iraníes afirman que EI ya tiene células en Irán, listas para cometer atentados.

– Solo no podrá retener el avance de este ejército, y que sus aviones estén participando en el bombardeo de EI, significa que Teherán ha caído en la trampa que se le ha tendido a lo grande.

– Teme la radicalización se sus propios árabes —cerca de millón y medio—, que para más inri habitan la principal provincia petrolífera del país: Juzestán.

– Quiere evitar la desintegración de Irak, ya que cortaría su comunicación con sus aliados en Siria y en Líbano y también su acceso al Mediterráneo.

Para que Riad y Washington mantengan al EI lejos, Irán ha tenido que negociar la cabeza de Nuri Al Maliki y compartir el poder en Bagdad con ellos: Haider al-Abadi, aunque siendo chiita, no es prosirio, ni es anti israelí. De todas formas, los terroristas a sueldo de estos dos países han cercado a Irán —desde Afganistán, Pakistán y ahora Irak, colgando la espada de Damocles encima de la cabeza de los negociadores nucleares de Irán con el grupo 5+1. Los proisraelíes del establishment estadounidense, al igual que los saudíes, intentan debilitar al gobierno de Hasan Rohani en favor de los radicales: teniendo un demonio como presidente de Irán, podrían impedir el acercamiento de los gobiernos de Obama y Rohani para una solución pacífica de sus discrepancias. La ultima notica, y muy grave, es que los misiles de Irán han derribado un dron israelí que sobrevolaba el cielo de Isfahán, en el centro del país, cerca de una central nuclear.

Turquía: ¿Puede España involucrarse en una gran guerra sin el permiso de la OTAN? Por esta misma razón, la socia musulmana de la Alianza Atlántica tampoco había podido alojar y armar a miles de yihadistas para que derroquen al mandatario de un Estado soberano, aunque sea masacrando poblaciones enteras. Ankara es el espejo del doble juego de EEUU en esta zona, y de cómo los señores civilizados con corbata como Obama, Cameron o Mitterrand, pagan a los desarrapados barbudos para que les hagan el trabajo sucio. Erdogan es un experto en jugar en varios bandos, para nunca perder.

Tras el fracaso de su “política blanda” en implantar sucursales de la Hermandad Musulmana en los países árabes, Tayeb Edrdogan ha recurrido al “realismo agresiva”, apoyando a los kurdos de Irak y al EI al mismo tiempo. La situación bélica entre Turquía y Siria va cambiando. El Sultán se equivocaba pensando que podía controlar a los yihadistas: en mayo de 2013 atentaron en su país y luego secuestraron a 49 turcos en Mosul. El poderoso ”gobierno en sombra”, compuesto por los políticos corruptos, agentes de los servicios secretos, y empresarios mafiosos mantendrán a estos grupos aunque sólo sea para quedarse con parte de millones de dólares que las monarquías del Golfo Pérsico destinan a los yihadistas instalados en la frontera con Siria. Desde la MIT, la Agencia de Inteligencia turca, se coordina el movimiento armado suní: Jabhat al-Nusra, el Frente Islámico, el Ejército de Muyahideen, AJNÁD al-Sham, el Ejército Libre de Siria, o el Movimiento Hazem.

Eso sí, preocupa a Ankara la presencia de muchos turcos en las filas del EI, y también que los actuales bombardeos le hayan obligado a suspender la perforación en yacimientos de petróleo en Irak.

China: aumentan los atentados perpetrados por los islamistas en Xinjiang. Desde sus fronteras con Pakistán, los Servicios de Inteligencia de Pakistán (ISI), que protegen a grupos como Tehrik-i-Taliban —con cientos de uzbekos y uigures en su seno—, entrenan y envían a los Taliban a China país para provocar el terror. En el 2007, el jeque pakistaní Abdul Maulana Aziz que hoy apoya al califato de EI, organizó un mini estado islámico en los barrios que rodean la Mezquita Roja de Islam Abad. Que detuviera y torturara a decenas de mujeres y hombres estudiantes chinos, fue uno de los motivos del asedio a la mezquita organizado por el ex presidente Musharraf, masacrando a cientos de personas. Que luego viajara a China para pedir disculpas a sus “grandes amigos” fue la gota que rebasó la paciencia de EEUU, poniendo fin al mandato de su general. China vigila con preocupación lo que sucede en Irak y Siria.

Israel: con una mano ahoga a los gazatíes en su propia sangre y con otra coordina sus políticas con Washington para pegar el tiro de gracia a los moribundos Estados de Irak y de Siria, con una audaz Ingeniería militar. Sorprende que el EI no le considerase enemigo y permita que el petróleo kurdo pase por la zona que controla y llegue sano y salvo a Israel, principal país beneficiario de este “caos creativo”:

– Fortalece a sus aliados kurdos iraquíes —situados en la frontera con Irán—, que están recibiendo armas, dólares y euros de los occidentales.

– Pone en jaque la seguridad de Irán, también en sus fronteras occidentales. Salvo por Turkmenistán, Irán está rodeado en sus cuatro costados por las bases militares de EEUU y/o de Israel.

Los culpables

Este escalofriante escenario, con decenas de miles de cadáveres y millones de desplazados, no podría suceder sin la traición, complicidad consciente o no, y la incompetencia de los dirigentes de los países de la zona. Es cierto que EEUU se ha opuesto a la desintegración de Irak, lo mismo en el caso de Afganistán. La discriminación de las personas basada en credo, ideología, etnia, género, en distintos grados, forma parte de sus leyes, y hace que los valores aglutinadores y “nacionales” de libertad, igualdad y justicia social dejen su lugar a los valores tribales y religiosos, siempre basados en la superioridad de unos sobre otros. Así, se dibujan tres posibles escenarios en la región:

– Desmembramiento de los grandes estados en “mini emiratos” basados en la etnia o la religión y gestionados por sistemas tribales masculinizados.

– Ser dirigidos con la mano de hierro de los dictadores despiadados, capaces de mantener la integridad del país.

– Democratizarse, con todo lo que implica.

De momento, Oriente Próximo arde en el incendio “integrista” provocado por los forasteros y gente local, y aunque este fuego se extinga porque su combustible se agotará, su cuerpo enfermo padecerá otro mal si no elige la tercera salida. Será como los ouróboros, esa serpiente que devora su propia cola, a sí misma, para nunca morir.

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