TURISTAS

El “turismo armamentista” gana adeptos en EE.UU y atrae gente de Asia y Europa

Que los estadounidenses aman sus armas es incontestable; pero su creciente parque de diversiones con elementos bélicos gana adeptos, mientras atrae turistas del mundo entero.

Muchos fueron originalmente polígonos de tiro donde la gente concurría a aprender a disparar armas de uso civil; pero el ingenio comercial hizo que las armas de grueso calibre, automáticas y finalmente algunas de guerra, estuvieran a disposición del público.

Un fenómeno que tampoco ocurre en todos los Estados de la Unión, por lo que aquellos que lo permiten, se ven recompensados porque nunca falta alguien donde está prohibido, que quiera practicar unos tiros con una potencia de fuego que haga estremecerse.

Los polígonos cerrados, con armas pesadas son una atracción popular a tal punto que algunos ofrecen despedidas de soltero, con profusión de pólvora y donde el novio puede emprenderla con una ametralladora, así como llevar un montón de fotos exhibiendo sus dotes de tirador. La demanda es tal que los locales reservan con mucho adelanto para reuniones, y a nivel individual también suelen estar colmados.

En algunos Estados, como Hawai, una clientela fanática –como los japoneses- ha convertido al turista armamentista, en algo de tanta demanda casi, como las olas para los surfistas. A Estados Unidos continental, viaja gente de Asia y también de Europa solamente por este turismo, procedente de países donde no es posible ni siquiera conocer este tipo de armas, en tanto no están a disposición del público en general, bajo ningún concepto.

Las controvertidas facilidades que pueden causar la tragedia

La reciente muerte de un instructor de tiro, a manos de una jovencita a la que instruía y que practicaba con una ametralladora Uzi, en un polígono de esta clase, abrió una vez más el debate en la sociedad norteamericana, sobre el significado de disparar y tener armas de fuego de alta potencia.

Sin embargo y más allá del foco que gana el tema por algunos días, la creciente ola de interesados en disparar, deja atrás los reclamos de los no-armamentistas y el negocio sigue viento en popa.

“La gente quiere experimentar sensaciones que no experimenta de otra forma ni en otro lugar”, dice G. Cohen, propietario del Machine Guns Vegas, uno de los polígonos más populares en Nevada. Los locales para tirar con armas automáticas existen en Las Vegas desde la década de 1980´, pero actualmente han aumentado sus clientes, sus prestaciones y servicios, y los establecimientos alcanzan facturación de lujo.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje