Cascos Azules de ONU cercados por yihadistas no entregan las armas: EE.UU. exige liberación “inmediata” y temen otra masacre

La situación podría desembocar en el mayor baño de sangre que hayan sufrido los efectivos de pacificación de Naciones Unidas en años, en tanto los soldados filipinos han negado entregar las armas, mientras un portavoz del Ejército en Manila, dijo que “asumirán los riesgos” y que se encuentran preparados para afrontar situaciones extremas de esta índole.

Los soldados tienen por misión garantizar el cumplimiento del alto el fuego existente entre Israel y Siria, en los Altos del Golan, y la presencia de extremistas de la yihad islámica, ha venido a empeorar la situación de riesgo en una frontera que mantenía una relativa calma desde el último acuerdo de pacificación.

Estados Unidos exige, pero sin mayor convicción, la “liberación inmediata”

La portavoz del Departamento de Estado en Washington, Jen Psaki exigió la liberación “inmediata y sin condiciones” del personal de ONU, así como el alejamiento de la zona donde resisten los cascos azules.

La poco convincente afirmación se produce apenas horas después que el presidente Obama dispusiera enviar a su secretario de Estado, John Kerry a Oriente Medio, buscando consolidar una coalición regional que enfrente a los yihadistas en todos sus frentes.

Sin embargo el propio primer mandatario ha reconocido que, frente al peor de los peligros en la zona el Estado Islámico en Siria “todavía no tenemos una estrategia”, dijo.

Reconoció no obstante estar en contacto permanente con su Estado Mayor Conjunto, para “asegurarnos principalmente que el Ejército Islámico no tome las riendas en Irak”.

Mientras el Pentágono confirmó que mantiene una fuerte ofensiva aérea sobre reductos de los yihadistas en el norte iraquí, los insurgentes no parecen poder ser contenidos en tierra, donde el EI mantiene una fuerte presión en base a la convicción religiosa y también al terror, en toda la región.