Minsk recibe a Putin y Poroshenko que buscan evitar se expanda guerra en Ucrania

Mientras los dos mandatarios comenzaban el diálogo, las fuerzas leales al régimen de Ucrania y los rebeldes, encarnizaban los combates en torno a las ciudades ocupadas por los disidentes, que aumentaron el número de muertos, tanto entre los combatientes como entre la población civil.

El presidente ruso Vladimir Putin, aseguró que la fuerza no puede ser el modo de terminar con el conflicto, mientras el premier ucraniano Petro Poroshemko calificó de “vital” la negociación en tanto estimó que “el destino de Europa, y del mundo, se decide en la cumbre de Minsk”.

Poroshenko quiere que la Unión Europea controle la frontera

“Pedimos a todo el mundo que ayude a Ucrania a crear un sistema de control eficaz de la frontera con Rusia, a fin de impedir la entrada de armas, vehículos militares y mercenarios”, dijo Poroshenko al comienzo de las conversiones, donde media la jefa de la diplomacia de Europa, Catherine Ashton.

“Ucrania está pagando un precio demasiado elevado por su independencia y por el derecho de elegir por sí misma una vía civilizada de desarrollo. Si Europa controla la frontera con Rusia el conflicto será resuelto en poco tiempo”, vaticinó el mandatario en declaraciones que recoge la agencia ucraniana de noticias, Ukrinform.

Por su parte el premier Putin ha dicho que el Kremlin está “convencido de que la actual situación no se podrá solucionar por la vía de aumentar el uso de la fuerza, sin tener en cuenta los intereses vitales de las regiones surorientales del país y sin un diálogo pacífico con sus representantes”.

El encuentro es el primero que se produce desde junio pasado y los dos presidentes se han estrechado las manos diplomáticamente en la apertura de las conversaciones, sobre las que están cifradas las mayores esperanzas de que los bandos encuentren una fórmula que permita el alto el fuego permanente.