Brasil: la más sangrienta rebelión de presos concluye con 5 muertos y evacuación general

Las autoridades informaron que tras 46 horas de sublevación los presos acordaron evitar una represión mayor, y entregaron a los dos custodias penitenciarios que tenían como rehenes.

Decenas de policías comenzaron a embarcar presos en vehículos para su traslado, mientras intentaban requisar las armas que tenían los encarcelados durante el motín. Cuatro muertos, dos decapitados y dos lanzados al vacío desde los tejados, eran el saldo inicial, pero los guardias encontraron otro muerto cuando entraron a las instalaciones recuperadas.

Hay varias decenas de heridos, de los cuales 25 necesitaron internación hospitalaria, pero ninguno corre riesgo de vida por el momento. Las instalaciones del penal han quedado destruidas en más del 80% según estiman en principio los oficiales a cargo.

Las diferentes versiones sobre la causa del motín

Los presos afirman que además de estar superpoblada, con un hacinamiento generalizado, la cárcel no tiene servicios médicos adecuados ni tampoco asistencia jurídica alguna. Por su parte la dirección carcelaria afirma que un grupo criminal intenta fortalecer su predominio en la interna del establecimiento, en tanto Cascavel es uno de los pocos penales que aún no está en manos de la mafia del PCC, el Primer Comando de la Capital, la mayor organización criminal del Estado de San Pablo, dirigida desde dentro de las cárceles brasileñas.

La cárcel de Cascavel, tiene capacidad para 1.116 presos, pero había solamente 1.040 cuando empezó el motín, de los cuales 850 pedían su traslado; en principio unos 700 serían realojados, y no más de 265 quedarían en el lugar.