A RIO REVUELTO

Cuadruplican venta de armas y videos en áreas de disturbios raciales en EE.UU.

Las autoridades reclaman pacificación pero las tiendas de armas en Missouri cuadruplicaron sus ventas, mientras las acciones de empresas que venden equipos de video subieron hasta 25%.

Las ventas de armas de fuego en Missouri se multiplicaron hasta cuatro veces dependiendo de las zonas, con un pico máximo en Saint Louis, después que un policía matara a Michael Brown, desatando una oleada de disturbios raciales.

Mientras tanto informes de Nueva York, confirman que las acciones de Taser Internacional, una firma que fabrica videocámaras y armas de choques eléctricos, subieron hasta un 25% con ventas récord en las zonas más afectadas por los enfrentamientos entre policías y vecinos. Las cámaras se han multiplicado en manos de quienes salen a las calles a protestar para testimoniar la violencia policial desenfrenada.

La presencia de la Guardia Nacional (policía militarizada) apenas ha logrado controlar los desmanes y las protestas, y lejos parece estar la gente de tranquilizarse, sino simplemente esperando tener la ocasión para manifestar su repulsa, en tanto consideran que el joven de 18 años que mató la policía, fue literalmente “ejecutado”.

La versión original de la policía sobre la resistencia al arresto y el ataque que plantó el joven al patrullero, ha caído por tierra luego de la segunda autopsia, pero además tras que quien lo acompañaba diera testimonio ante la cadena local de televisión.

Un testigo clave que ahora teme por su vida

Dorian Johnson había sido identificado en principio por la policía como el joven que acompañaba al fallecido Brown durante el incidente. Johnson dijo a la cadena de televisión WALB, que volvían a casa cuando un patrullero los detuvo y les exigió que subieran la vereda, pero ellos siguieron por la calle. El oficial de policía bajó y sin más les disparó desde una distancia de diez metros aproximadamente.

“El policía disparó, nos asustamos y nos preparamos para huir. Luego volvió a disparar, mi amigo sintió el tiro, se volteó y puso sus manos arriba. Pero el oficial se acercó y disparó varios tiros más. No estábamos haciéndole daño a nadie, estábamos completamente desarmados”, relató, agregando que tiene miedo de represalias policiales.

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