Alemania e Italia dejan de empujar la zona euro frenando a cero la recuperación
El segundo trimestre del año mostró una caída muy fuerte para las economías más prósperas de la alicaída Europa: Alemania e Italia ya no pueden seguir impulsando la recuperación.
Con una caída del -0,2% en la actividad de Alemania e Italia por igual, la parálisis que sigue afectando a Francia (cuyo crecimiento fue del 0%), y la escasísima colaboración de quienes tienen números en positivo (España y Portugal +0,6% y Países Bajos +0,5%), la economía de la zona euro vuelve a sus momento de máxima preocupación. Letonia ha sido el país que más creció (1%) pero su escaso peso en el global europeo, no logra mejorar los números.
La expansión general del 0,7% para el segundo trimestre de 2014, ha significado una desaceleración de dos décimas.
La detención de la “locomotora alemana” es de altísima incidencia
Los observadores responsabilizan a la “detención de la locomotora alemana” por el problema general que atisba la zona. Los alemanes están sufriendo efectos exógenos de la misma eurozona como su débil evolución que limita el reacomodamiento, así como la inseguridad que derivó de acontecimientos políticos en Oriente Medio y particularmente en Europa Oriental.
La tensión política entre Rusia y la Unión Europea, que está poniendo en jaque buena parte de las exportaciones de los países occidentales al sexto cliente en importancia de la región, son una complicación inesperada y de consecuencias en el corto plazo extraordinarias, según las proyecciones.
La Comunidad Europea emitió un comunicado en las últimas horas donde señala que “los acontecimientos externos pueden aumentar la incertidumbre”, aunque resaltó que se mantienen “los cimientos sólidos e intactos” que permitan avanzar en la recuperación.
Advirtieron sin embargo la necesidad de enfatizar las reformas (lo que podría generar nuevas repulsas populares”, pero que ello es imprescindible. “Los países que han perseguido reformas experimentan un crecimiento más fuerte comparado con aquellos con un ritmo reformista más lento”, puntualizó el Ejecutivo comunitario.
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