EN FRANCIA

Empresas ofrecen casas a sus empleados para evitar que lleguen tarde a trabajar

Ciudades como Paris tienen una de las tasas más altas de llegadas tarde al trabajo por demoras en el tránsito, en tanto el alojamiento de los trabajadores en la capital no está al alcance de cualquiera.

El 40% de las empresas franceses se ven afectadas por los problemas de alojamiento que tienen sus trabajadores

Los precios del metro cuadrado en Paris, siempre fueron caros, pero en los últimos años, a expensas de la falta de espacio, el costo también de los alquileres se disparó.

Así las cosas millones de trabajadores deben vivir fuera de la “ciudad luz”. Y aunque el transporte público es de buena calidad, la mayoría viaja en su propio vehículo y cada día más los atrasos, por atascos en un tránsito “imposible” se hacen notar en los registros de entrada laborales.

El fenómeno se expandió en los últimos tiempos a otras ciudades importantes de Francia, por lo cual, los empresarios decidieron “tomar al toro por los cuernos” y disponer ellos mismos de alojamiento para sus trabajadores, a precios bastante más módicos que el mercado en general, pero con una compensación en horas laborales que alcanza y sobra para justificar la inversión.

Los empresarios se convierten en inmobiliarios “amigos”

El 40% de las empresas franceses se ven afectadas por los problemas de alojamiento que tienen sus trabajadores, por diferentes razones, según el Centro de Investigación para el Estudio y Observación de las Condiciones de Vida. Los retrasos son solo un factor negativo para los empresarios; el estrés, el cansancio y directamente la falta de trabajadores interesados en ir hasta algunos lugares, completan el escenario.

También, la posibilidad que los jóvenes accedan a créditos hipotecarios disminuyó, debido a los problemas en el mercado laboral, lo que alejó aún más a miles de potenciales trabajadores. Ocho millones de franceses tienen problemas de alojamiento actualmente, según la estadística.

En esa línea centenares de empresarios ofrecen ya el domicilio, en casas o apartamentos, como parte del sueldo, todo hecho en fincas o edificios que han mandado desde construir a reciclar. Los trabajadores buscan ahora también ese factor como parte de la oferta laboral, pero los sindicatos lo critican entendiendo que se está volviendo a aspectos de la filosofía paternalista del capitalismo del siglo XIX.

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