INTERVENCIONISMO

EE.UU. interviene en crisis de Afganistán por temor a guerra civil tras elecciones

El secretario de Estado norteamericano John Kerry intenta en Kabul poner fin a la crisis política en Afganistán, que opone a los dos candidatos a la presidencia y amenaza con sumir al país en el caos.

John Kerry intenta en Kabul poner fin a la crisis política en Afganistán/Foto: AFP

Sin embargo los diálogos del estadounidense con los presidenciables, Abdula Abdula y Ashraf Ghani, han terminado hasta ahora en punto muerto: los dos candidatos a la segunda vuelta de la elección presidencial del 14 de junio se acusan mutuamente de beneficiarse de fraudes masivos en las urnas.

Los resultados, que otorgan a Ghani el 56,4% de los votos frente al 43,5% para Abdula, tensaron aún más la situación, ya que este último venció en la primera vuelta con el 45% de los sufragios frente al 31,6% de Ghani, y dice que le han robado la elección.

“Por el momento, nadie debe declararse vencedor«, dijo Kerry, quien apostó por un «Afganistán unido, estable y democrático» y un proceso electoral «legítimo», aunque la esperanza que logre su objetivo parece remota. En principio, las negociaciones de Kabul intentan alcanzar un acuerdo sobre el número de presuntos votos fraudulentos a verificar.

El 2 de agosto debe asumir el nuevo gobierno

La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) propuso la verificación de los sufragios en 8.050 colegios electorales, lo que equivale a 3,5 millones de votos.

Ghani aceptó esta propuesta, pero el equipo de Abdula la considera «incompleta». El equipo de este último reclama examinar 11.000 de los 23.000 colegios electorales.

Naciones Unidas considera que esta operación podría tomar dos semanas pero el tiempo apremia, ya que la investidura del nuevo presidente está prevista el 2 de agosto.

Con esta mediación diplomática, Estados Unidos -que desde 2001 financia el país con miles de millones de dólares– quiere evitar los enfrentamientos intercomunitarios que provocaron la guerra civil de 1990, previa a la llegada de los talibanes al poder en 1996.
La etnia pashtún, mayoritaria en el sur, apoya a Ghani, mientras que Abdula, a pesar de tener un padre pashtún, cuenta principalmente con el apoyo de los tayikos del norte.

Tras la retirada de las tropas de la OTAN prevista a finales de este año Washington quiere firmar un tratado bilateral con Kabul para mantener un contingente de solo 9.800 soldados en el país.

AFP

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