OPINION

America latina, Argentina y los buitres

A los argentinos se les presentó una de las modalidades más criminales de sometimiento a los dictados de un delincuente. La historia es esta. A mediados y finales de 1990 los argentinos colocaron en el mercado norteamericano unos bonos de deuda pública. Algo así como entregar letras de cambio firmadas en las que se obligaban a pagar, a un cierto plazo, una plata prestada.

Paul Singer, fundador de Elliott Management Corporation. Según The Guardian “su principal inversión es comprar bonos basura para venderlos con ganancia o llevando al emisor a juicio para conseguir el pago total”

La crisis económica que esa nación padeció en el 2001, y las incomprensibles condiciones en que los prestamistas les soltaron la plata a los dirigentes de esa época, obligaron al actual gobierno a solicitar modificaciones en las condiciones de pago. Debe quedar claro que en ningún momento el gobierno actual desconoció la deuda o se rehusó a pagar, o a pagar menos, o menos intereses, solo pidió condiciones diferentes y plazos más amplios para cumplir.

El 93% de los acreedores aceptó las nuevas condiciones por lo que los gobiernos Kirchner iniciaron un serio y riguroso cumplimiento en los pagos.

El problema es que el 7% de la deuda fue comprada por un grupo liderado por un multimillonario gringo de apellido Singer, dueño de una banda financiera llamada, Elliot Management.

Este tipo y sus capitales, permanecen agazapados en los paraísos fiscales de las islas caribeñas a la espera de presas fáciles. En el momento menos esperado, como buitres organizados, caen sobre el más débil de los miembros de la manada.

Y no actúan solos. Un criminal de guerra de nombre George W. Bush, en una reunión de amigotes en su rancho en algún lugar de Texas, decidió que las reestructuraciones de las deudas no tenían que ser aceptadas por los miembros de su club dedicados a la compra de deudas, con lo que envió una señal clara a las naciones que piden plata prestada: A mis amigos les pagan cuando y como ellos quieran. Punto. Acto seguido, le dio un ojeada a su arsenal militar.

Seguramente esta decisión la tomó en medio de algún espasmo tardío de su nunca superada adicción al alcohol: como la invasión a Irak y la permisividad con las torturas.

El asunto es que, gracias a la decisión de Bush, Singer y su banda llegaron con sus tentáculos a otra parte de la estructura de su oscura organización: la corte federal del distrito de Nueva York y después, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.

En esos dos tribunales consiguieron sentencias que obligaban a los argentinos a pagar todo de una vez, a los más altos intereses, y a pagar a Singer y su banda, primero que a todos los demás acreedores. Sin embargo esa misma corte de primera instancia de Nueva York, años atrás, había considerado ilícito comprar deuda soberana con la intención de litigar después su pago, (NY, JUD LAWS & 489, NY, CODE sección 489) la razón era impedir que la justicia norteamericana fuera instrumentalizada por usureros  profesionales. Esta prohibición fue ignorada por los magistrados sin explicación convincente.

Por supuesto los demás acreedores, al confirmar el logro obtenido por Singer y sus compinches de toga, exigieron las mismas condiciones de pago, situación que tiene a la Argentina al borde la quiebra.

El 11 de octubre de 2012, en una maniobra de la más rancia estirpe mafiosa, Singer logró que un juez en Ghana retuviera la fragata Libertad, buque insignia de la marina Argentina, anclado en un puerto de ese país en visita de buena voluntad, decisión que desconoció tratados internacionales que hacen inembargables los bienes militares.

Por supuesto en Ghana ya han padecido y conocen a los buitres, sus influencias y sus aliados.

Los fondos buitres en muchas ocasiones tienen origen en actividades oscuras y mantienen su tradición gracias a la colaboración de autoridades judiciales con jurisdicción en el mundo entero. También a las ojeadas de Bush.

Algún día serán investigados y criminalizados sus orígenes reales, su relación con texanos ignorantes y su evidente alianza con magistrados en todas partes del planeta.

Entretanto, el gobierno de la Argentina debe renunciar a sus propósitos de mejorar las condiciones de vida de toda su población para que Singer y la banda criminal que dirige, disponga de mayores recursos para seguir acechando economías débiles con el único fin de ser más rico.

Antes cercenaban el territorio de países enteros y apoyaban dictaduras que les convenían. Ahora estrangulan las economías de naciones enteras con lo que precipitan a sus poblaciones al hambre y a la miseria.

Argentina debe recibir la solidaridad, fraternidad y apoyo de las naciones que cometieron el error de dejar en manos de mercaderes inescrupulosos el destino de sus pueblos. Es decir, todos los países del llamado tercer mundo. No podemos olvidar que Singer y su banda tan solo esperan el momento oportuno para caer sobre otro de nosotros.

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