ELECCIONES EN EGIPTO

Al Sisi arrasó en las urnas y se corona como el nuevo presidente egipcio

El ex jefe del ejército egipcio, Abdel Fatah al Sisi, tenía asegurada este jueves una victoria aplastante en la elección presidencia, con un 96,2% de votos en cerca del 90% de colegios electorales, un plebiscito sin sorpresa después de que eliminara toda oposición.

Al Sisi arrasó en las urnas y se corona como el nuevo presidente egipcio

El mariscal retirado dirige de hecho el Gobierno interino que colocó hace 11 meses tras destituir y encarcelar al islamista Mohamed Mursi, primer presidente elegido democráticamente en el más poblado de los países árabes.

Su único rival, el líder de izquierdas Hamden Sabahi, sólo ha obtenido un 3,8% de votos válidos, según cifras oficiosas recabadas por medios de comunicación gubernamentales en un 88,6% de centros electorales.

Los resultados oficiales se darán a conocer el 5 de junio, pero la tendencia es irreversible y no cabe duda que Sisi será proclamado ganador.

Sabahi, de 60 años, tampoco se ha mostrado muy duro con Sisi, ha sido más bien un valedor, resignado o consentidor.

Por la noche, miles de seguidores excitados de Sisi bailaban y cantaban en las calles de la capital, sobre todo en la plaza Tahrir, epicentro de la revuelta popular que expulsó del poder a Hosni Mubarak a principios de 2011, tras 30 años de reinado absoluto del ex general.

Fuegos artificiales iluminaban la noche en medio de carteles gigantes como los millones de recubren las paredes del país desde que destituyó a Mursi el 3 de junio de 2013.

La participación seguía siendo una incógnita. La comisión electoral decidió el martes, invocando el fuerte calor reinante, ampliar a un tercer día los comicios, al haber votado únicamente hasta entonces un 37% de electores, lejos del 51,85% de 2012 en las que se eligió a Mursi, primer jefe de Estado elegido democráticamente en el país.

Sisi había insistido hasta la saciedad durante la campaña en que deseaba un apoyo masivo en las urnas. El antiguo jefe del ejército dijo que no esperaba menos de «45 millones» de votos.

Un miembro de la comisión anunció la noche del miércoles al jueves al diario gubernamental Al Ahram que más de 25 millones de electores «aproximadamente» acudieron a las urnas de los poco menos de 54 millones de votantes del país árabe más poblado del mundo, y que la cifra aún podía aumentar para ponerse cerca del 50% de participación.

«Nadie fuera de Egipto o en Occidente ha pensado en ningún momento que eran unas elecciones libres y justas», explicó Shadi Hamid, investigador en el Saban Center estadounidense.

Ahora bien, esta ampliación de la votación «hace que el régimen parezca incompetente, cosa que dará argumentos a los Hermanos Musulmanes para decir que lo habían denunciado desde el principio», añadió.

La hermandad de Mursi, objetivo principal de la represión del nuevo gobierno interino que ha dejado más de 1.400 muertos y arrestado a 15.000 personas, pidió que se boicotearan las elecciones y dijo que no reconocería los resultados.

Esta sangrienta represión le ha costado a Sisi numerosas críticas de los países occidentales y la ONU pero también ha conseguido una importante popularidad entre los egipcios que viven en la inestabilidad desde la caída del régimen de Hosni Mubarak en 2011 con la Primavera Árabe.

Para el politólogo Gamal Abdel Gawad, Sisi no «necesitaba ponerse objetivos tan altos en la participación, ya que cuando no hay duda sobre el resultado de unos comicios, no es fácil incitar a la gente a desplazarse para votar».

El candidato de izquierda, Hamdeen Sabbahi, que había amenazado con retirar su candidatura, al final la mantuvo aunque afirmó que la votación se alargó «para manipular los resultados y los niveles de participación». (AFP)

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