25 DE MAYO

La Unión Europea celebra elecciones, amenazadas por una avalancha antieuropea

Unos 400 millones de electores europeos votarán en dos semanas para elegir a los miembros del Parlamento Europeo en unos comicios sobre los que planea la amenaza de una avalancha de partidos antieuropeos.

400 millones de electores europeos votarán en dos semanas para elegir a los miembros del Parlamento Europeo. (Foto de AFP)

Estas elecciones darán el puntapié inicial para el recambio de las otras dos instituciones más importantes de la Unión Europea, el Consejo y la Comisión.

Todos los sondeos de intención de voto coinciden en sus pronósticos. El 25 de mayo por la noche, los diferentes partidos de extrema derecha o antieuropeos sumarán entre 100 y 200 eurodiputados, de 751 que contará la cámara.

Varios de estos legisladores podrán incluso constituir una bancada en el hemiciclo alrededor del Frente Nacional francés y del Partido por la Libertad holandés (PVV), dos formaciones que podrían llegar en primer lugar en sus respectivos países, al igual que los eurofóbicos británicos del UKIP.

Pero más allá de la extrema derecha, son los más críticos los que saldrán ganando, como el partido antieuro alemán Alternativa para Alemania (AfD), los populistas de Beppe Grillo en Italia o la izquierda radical de Syriza en Grecia.

Los sondeos pronostican también una nueva caída de la participación, que hace cinco años alcanzó un mínimo histórico de 43%.

Este «aumento de los populismos» se explica por «la ausencia de respuesta política satisfactoria» a la globalización, luego de años de crisis, austeridad y desempleo, estima Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Robert Schuman. Se suma a esto la fragmentación de los comicios en 28 elecciones nacionales «de segundo rango que ofrecen la ocasión de sancionar» a los diferentes gobiernos.

Un voto de protesta

«Es a la vez un voto de protesta, contra las élites, contra Europa», estima Nathalie Brack, del Centro de Estudios de la Vida Política de la Universidad Libre de Bruselas.

«Habrá un arcoíris de euroescépticos de colores variados en el próximo Parlamento», se ufana el líder de UKIP, Nigel Farage. «Habrá mucho ruido», agrega.

Frente a ellos los europeístas, en primer lugar la derecha y la izquierda, deberán más que ahora «trabajar juntos» para evitar que los antieuropeos bloqueen los trabajos, algo así como las grandes coaliciones que se multiplicaron en los diferentes países miembros de la Unión Europea los últimos años, desde Alemania a Grecia pasando por Italia y Bélgica, señala el centro de reflexión Stratfor.

En la última encuesta de PollWatch, que compila decenas de sondeos nacionales, el PPE (Partido Popular Europeo, conservadores), en el poder en la mayoría de los países europeos, perdería unos 60 escaños, pero conservaría un leve avance sobre los socialistas, con 216 eurodiputados contra 205. Los liberales, que perderían terreno, conservarían el puesto de tercera fuerza política del Parlamento con unas 60 bancas, delante de la izquierda radical y luego los Verdes.

 Una Comisión más «social»

Los nuevos eurodiputados deberán ponerse de acuerdo rápidamente sobre el próximo presidente de la Comisión Europea, figura central de las instituciones comunitarias y órgano ejecutivo que tiene el casi monopolio de la iniciativa legislativa.

Si bien el presidente de la Comisión es designado por los Estados miembros, éstos deben tener en cuenta los resultados de las elecciones al Parlamento. Los eurodiputados deberán a su vez ratificarlo por mayoría simple, es decir al menos 376 votos.

En un afán por «democratizar» el proceso de selección, esta vez los principales partidos europeos presentan un candidato, que ya fue designado por las formaciones salientes.

«La diferencia entre el Parlamento y los que deciden realmente es muy clara para los ciudadanos», dijo recientemente el presidente del Consejo Europeo (que representa a los 28 países del bloque), Herman Van Rompuy, reflejando así la opinión de numerosos dirigentes europeos que buscan conservar, sin compartir, esta prerrogativa.

De hecho los mandatarios de los miembros del bloque se reunirán en Bruselas el 27 de mayo, dos días después de las elecciones.

Luego de 10 años de una Comisión presidida por el portugués, de centroderecha, José Manuel Durao Barroso, acusado por unos de no haberse impuesto ante los Estados miembros, por otros de no tener ambición, o de todos los males de Europa, en primer lugar la austeridad, todos quieren dar vuelta la página. Quieren que la próxima Comisión tenga un perfil más social, más activo y más político. AFP

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