Llovieron peces en una aldea de Sri Lanka donde ya ocurrió anteriormente

Los peces que caían aparentemente de las nubes, medían hasta 9 centímetros de largo, y muchos estaban todavía vivos. Aunque resultó imposible cuantificar la lluvia de peces, los mismos cubrieron desde los tejados de la villa, hasta las calles y terrenos linderos, estimándose que podrían haber sido decenas de quilos en total. Los vecinos salieron a las calles, cuando además de la lluvia, sintieron que caían objetos sólidos sobre los techos –muchos de ellos de chapas- pero cuando vieron que no era nada de peligro, se limitaron a juntar lo que inesperadamente les llovía. Tampoco pareció interesarles demasiado ni complicarles la vida el asunto y la mayoría se limitó a adecuar el menú de la jornada a una dieta de proteínas piscícolas.

Un fenómeno que apuntan no es inédito en este pais.

Los técnicos interesados en el tema, creeen que los peces proceden de corrientes de aguas cercanas, que por un fenómeno meteorológico similar a los tornados, aunque de mucha menor dimensión, se produce el levantamiento de los animales y del agua, que caen a distancias no demasiado lejanas. La succión del viento arremolinado en espirales podría ser capaz de levantar a los pequeños peces y a su entorno, y arrojarlos a distancia, pero mientras el agua y lo vegetal pasaría disimulado en la lluvia, los peces se hacen notar.

Para la cadena internacional BBC Mundo, que informó del hecho, tampoco es la primera vez que ocurre: en 2012 se produjo una lluvia de camarones, en el sur de Sri Lanka.

El fenómeno no es inédito a nivel mundial: en Honduras cada año se producen entre mayo y julio fortísimas tormentas con vientos de hasta 190 quilómetros horarios capaces de levantar peces de corrientes de agua, que luego caen al suelo como si procedieran de una lluvia.