RELEVO

Hombre de la CIA fue designado para comandar la represión contra el este insurrecto de Ucrania.

Un reconocido agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, el jefe del Servicio de Seguridad, Valentín Naliváichenko, fue designado hoy para comandar la represión contra las milicias populares en el este de Ucrania.

Naliváichenko  (Der) fue contratado cuando era cónsul general de la Embajada de Ucrania.

El presidente interino, Alexánder Turchínov, destituyó de esa responsabilidad al ministro de Interior, Arsén Avákov, y encomendó a Naliváichenko asaltar en las próximas horas las sedes públicas ocupadas y los puestos de control de los milicianos, informó el Estado Mayor (EM) ucraniano.

Alexánder Yakimenko, exjefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, denunció que Naliváichenko, designado su sustituto tras el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, fue reclutado por la CIA hace varios años.

Fue contratado cuando era cónsul general de la Embajada de Ucrania en Washington, y mantuvo contactos con la CIA después de dejar el trabajo diplomático, aclaró Yakimenko.

Esa relación se fortaleció entre 2006 y 2010, etapa en que por primera vez Naliváichenko dirigió el Servicio de Seguridad de Ucrania, detalló el denunciante.

Para romper la inercia del fracaso de la primera etapa de la operación militar de gran envergadura en el sureste ucraniano, reconocido públicamente por Turchínov y el Parlamento, el nuevo jefe de la represión ya dio los primeros pasos.

Tras celebrar consultas con Dmitri Yarosh, jefe de los escuadrones neonazis de Sector Derecho, organizó el adiestramiento de batallones especiales de esa tropa de asalto con instructores presentados como miembros del SBU, confirmó la fuente del EM.

Se les asigna la misión de tomar por asalto las sedes ocupadas por los separatistas ante todo en la provincia de Lugansk, declaró Naliváichenko al agregar que los escuadrones tienen el plazo de un día para retomar el control de esta región.

«Junta golpista de Kiev»

Declarada República Popular como Donetsk, esa ciudad cabecera regional da nombre a un extenso territorio que permanece bajo dominio de grupos de autodefensa partidarios de un referendo sobre la federalización, el estatus del idioma ruso y una mayor autonomía.

Miles de ciudadanos colmaron hoy plazas públicas en Donetsk, Lugansk y Slaviansk en demanda de la retirada de las fuerzas leales a quienes denominaron «junta golpista de Kiev» y en apoyo a los milicianos dispuestos a resistir contra la anunciada ofensiva militar.

En Moscú, el presidente Vladimir Putin instó a poner fin a la violencia, retirar las tropas del sureste ucraniano y entablar con urgencia un diálogo nacional para salir de la crisis.

Putin conversó telefónicamente con la canciller alemana, Ángela Merkel, a quien reiteró la importancia de las negociaciones como parte de una reforma constitucional con la implicación en este proceso de todas las regiones y fuerzas políticas ucranianas.

La plática fue originada por la parte alemana, según el servicio de prensa del Kremlin.

En tanto, la cancillería rusa advirtió que los planes de realizar una operación de fuerza en las regiones surorientales de Ucrania traerán consecuencias nefastas.

Kiev, Estados Unidos y la Unión Europea como firmantes de los acuerdos de Ginebra no deben cometer actos delictivos y tienen que abstenerse del empleo de la fuerza contra el pueblo ucraniano, concluye el texto publicado en la web ministerial. PL

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje