AL ASALTO

La extrema derecha, viento en popa, llegará con fuerza al próximo Parlamento europeo

Once ciudades conquistadas por el Frente Nacional (FN) en Francia, más del 20% de los sufragios para el Jobbik en Hungría, partidos en el trío de cabeza en Austria, Holanda y Finlandia: la extrema derecha, viento en popa, llegará con fuerza al próximo Parlamento europeo.

El FN de Marine le Pen podría convertirse en el primero de Francia, y lo mismo podría ocurrir en Holanda con Geert Wilders

Tras su victoria en las elecciones municipales en Francia, el partido de Marine Le Pen puso proa rumbo a Estrasburgo, sede del Parlamento europeo. A menos de 50 días de las elecciones, los sondeos lo ubican justo detrás de la UMP (Unión por un Movimiento Popular, derecha) y por delante del Partido Socialista (PSF), en el poder, inclusive en primera posición. El FN podría obtener una veintena de escaños europeos.

En un paisaje bastante dividido, el Partido de la Libertad (PVV), con el 17% se encuentra al frente de la intención de voto en Holanda, eso sí, esto hasta las declaraciones incendiarias de su líder, Geert Wilders, quien dijo que quiere «menos marroquíes» en el país. Pero, este tropiezo, tras un paréntesis, sólo lo dejó en el segundo puesto de las encuestas.

«En varios países, estos partidos van a ganar las elecciones. El FN de Marine le Pen podría convertirse en el primero de Francia, y lo mismo podría ocurrir en Holanda con Geert Wilders», advierte André Krouwel, de la universidad de Ámsterdam.

La ola antieuropea es fuerte. En Austria, la mayoría de los sondeos brindan al FPÖ (Partido de la Libertad) al menos el 20% de los sufragios. Su objetivo es superar a una de las formaciones que se encuentran actualmente en el poder, que entre ambas suman aproximadamente el 23-24%. Como el FN, el FPÖ busca acrecentar su respetabilidad y para ello, por ejemplo, la semana pasada se sacó de encima a su primer candidato de lista, quien había comparado a la Unión Europea (UE) con el III Reich.

El Partido de los Finlandeses, por su parte, contaría con casi el 18% del electorado de su país, lo que lo ubica en tercera posición. En las elecciones legislativas húngaras, el partido antigitanos y antisemita Jobbik obtuvo cerca del 21% de los sufragios. La extrema derecha también lograría escaños para representar a Bulgaria y Suecia, entre otros, aunque sólo alcanza el 5% de la intención de voto en estos países.

Indeseables

En el Parlamento saliente, la extrema derecha apenas cuenta con un puñado de diputados, entre los cuales tres franceses del FN, los Le Pen, padre e hija, y Bruno Gollnisch.

Desde hace varios meses, el FN y el PVV buscan aliarse con otras formaciones populistas con el fin de integrar un grupo parlamentario en Europa. Para ello necesitan unos 25 escaños en por lo menos siete países, un umbral que superarán fácilmente.

Ahora les falta convencer a otros partidos, además del mencionado FPÖ austriaco, el Vlaams Belang belga y la Liga Norte italiana.

En cambio, el líder del Partido de los Finlandeses, Timo Soini, quien ha tomado distancia con los elementos más xenófobos o racistas de su formación, no desea juntarse con éstos.

Algunos partidos son indeseables, según palabras de la propia Marine Le Pen, como es el caso de los ultras del Jobbik húngaro o de los neonazis griegos de Alba Dorada.

A parte de Francia, este ascenso de la extrema derecha no afecta a los otros grandes países de la Unión Europea, que cuentan con la mayor representación en el Parlamento continental. Ésta es débil en Italia, ya casi inexistente en España y Polonia, así como en el Reino Unido y Alemania.

En estos dos últimos países la influencia antieuropea está encarnada por los eurófobos del UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido) y los antieuros de la AfD (Alternativa para Alemania). En Italia, el populismo se expresa a través del movimiento antipartidos «Cinco estrellas» de Beppe Grillo.

La noche del 25 de mayo, los antieuropeos de derecha en su conjunto podrían obtener 120 escaños sobre 751, o sea, el 15% de los eurodiputados.

La izquierda también marcará sus puntos. Los socialistas de manera algo moderada, pero en pie de igualdad con los conservadores, en el orden de los 210 escaños, de acuerdo a los últimos sondeos. La izquierda radical, por su parte, lograría una significativa veintena de parlamentarios.

Paralelamente, los conservadores, en el poder en la mayoría de los países de la UE, podrían perder unos 60 representantes. Los Verdes, en horas bajas en Francia y Alemania, podrían lograr unos 20 eurodiputados por cada uno de estos países, siempre según las encuestas más recientes. AFP

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