REELECCIÓN

Votaron la mitad de los argelinos, Abdelaziz Buteflika, de 77 años, gran favorito

Uno de cada dos argelinos acudió a las urnas este jueves para elegir presidente en unos comicios sin sorpresas en los que el saliente Abdelaziz Buteflika, de 77 años, gran favorito, hizo su primera aparición pública en dos años para votar en silla de ruedas.

Buteflika llegó sonriente a votar durante la mañana a la escuela Bachir El Ibrahimi en El Biar.

La participación global fue de un 51,7%, indicó el ministro de Interior, Tayeb Belaiz, muy inferior al 74% anunciado en 2009. En la capital la participación no pasó del 37%.

Belaiz debe comunicar los resultados definitivos la tarde del viernes.

Los partidarios del presidente Buteflika empezaron a celebrar su victoria en cuanto cerraron los centros electorales a las 20H00 locales, una hora más tarde de lo previsto.

Durante la jornada electoral se produjeron varios incidentes, en especial en Cabilia, donde la abstención fue del orden del 75%. Unas 70 personas resultaron heridas allí en enfrentamientos entre gendarmes y jóvenes que querían impedir la votación, informó el ministro del Interior, Tayeb Belaiz, que al mediodía había dicho que la votación se llevaba a cabo «en buenas condiciones».

La votación terminó más tarde de lo previsto debido a que en 590 localidades tuvieron que prolongarse las operaciones electorales, indicó el ministerio del Interior.

Una de las imágenes de la jornada ha sido la votación del presidente saliente y candidato a la reelección, quien acudió a votar en silla de ruedas, en su primera aparición pública en dos años.

Buteflika llegó sonriente a votar durante la mañana a la escuela Bachir El Ibrahimi en El Biar, en las alturas de Argel, flanqueado por dos de sus hermanos, entre ellos, Said, su consejero especial, y un sobrino, según imágenes difundidas en televisión. Saludó a la prensa con la mano pero no hizo ninguna declaración.

Todavía convaleciente de su accidente cerebrovascular de hace un año, que ha disminuido sus capacidades de elocución y de movilidad, su última aparición en público remontaba al 8 de mayo de 2012.

En aquella ocasión dio a entender que se retiraría y abriría la puerta a su sucesión, cuando declaró que el tiempo de su generación ya había pasado.

Sin embargo, el 22 de febrero pasado anunció finalmente su decisión de lanzarse a la conquista de un cuarto mandato tras una lucha en la cumbre del Estado y pese a las dudas sobre sus capacidades para dirigir el país cinco años más.

Durante la campaña, del 23 de marzo al 13 de abril, los argelinos pudieron verle en tres ocasiones en la televisión, recibiendo a prestigiosos invitados. Su enfermedad le impidió llevar a él mismo esta campaña y encargó a siete de sus colaboradores recorrer el país para convencer a los electores.

Dos días antes de la apertura de los colegios electorales, exhortó a los argelinos a acudir a las urnas porque «la abstención revela una propensión deliberada a querer mantenerse al margen de la nación».

En las presidenciales de 2009, la tasa oficial de participación fue del 74,11%. Sin embargo, un cable de la embajada estadounidense en Argel, revelado por Wikileaks, consideró que no superó el 30%.

Más de 260.000 policías y gendarmes han sido desplegados para garantizar la seguridad de cerca de 23 millones de electores llamados a votar en 50.000 colegios por uno de los seis candidatos en liza, incluido el ex primer ministro Ali Benflis y una mujer, la diputada trotskista Luisa Hanune.

Llamamiento al boicot

Una coalición de cinco partidos de la oposición llama al boicot de los comicios y pide una «transición democrática», mientras que el movimiento Barakat («Basta»), hostil a un cuarto mandato de Buteflika, considera que esta elección es un «no acontecimiento».

Al margen de la participación, el debate gira en torno al fraude, un «daño incurable», según el periódico El Watan, después de unas recientes revelaciones de un antiguo wali (prefecto) que confirmaba la existencia de esta práctica.

Ali Benflis, principal rival de Buteflika, ha convertido esta cuestión en un tema predominante de su campaña.

Benflis, hombre de confianza de Buteflika durante su primer mandato (1999-2004) y que fue humillado en la presidencial de 2004 (6%), aspira a tomarse ahora la revancha.

Sus advertencias contra los riesgos de fraude han acabado por electrizar la campaña y obligaron a Buteflika a salir de su silencio. El presidente acusó a su adversario, sin nombrarle, de promover el «terrorismo» y la «fitna» («disensión»). AFP

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje