PACTO

Ucrania, Rusia y Occidente alcanzan acuerdo para intentar desactivar la crisis

Rusia, Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) alcanzaron este jueves un acuerdo para intentar desactivar la crisis ucraniana, por etapas, con el desarme de los grupos armados irregulares como primer paso.

«Todas la partes deben evitar la violencia, la intimidación o las acciones provocadoras», pidió el texto de Ginebra.

El pacto supone un rayo de esperanza para una situación muy tensa en los últimos días en el este de Ucrania, donde grupos no identificados tomaron edificios públicos, el ejército mandado por Kiev mostraba indicios de caos y algunos incidentes acabaron con muertos.

«Todos los grupos armados ilegales deben ser desarmados, todos los edificios invadidos ilegalmente deben ser devueltos a sus propietarios legítimos, todas las calles, plazas y lugares públicos deben ser liberados», estipula el documento, firmado por los jefes de la diplomacia rusa, ucraniana, estadounidense y Unión Europea.

La reunión de Ginebra estuvo rodeada de suspense diplomático por las declaraciones del presidente Vladimir Putin, que en una conversación televisada con ciudadanos rusos declaró que estaba dispuesto a utilizar la fuerza de ser necesario.

Putin recordó en el programa televisado a todo el país que el parlamento ruso le había dado poderes para intervenir en el país vecino. «Espero realmente no verme obligado a usar este derecho», dijo.

Rusia «no tiene ningún deseo» de mandar tropas al este rusófono de Ucrania, afirmó en Ginebra el canciller ruso, Serguei Lavrov.

El presidente estadounidense Barack Obama confesó ante periodistas que no estaba seguro de que el acuerdo fuera a funcionar.

«Pienso que no podemos estar seguros de nada en este momento. Pienso que existe la posibilidad, la perspectiva, de que la diplomacia tal vez reduzca las tensiones» declaró.

El acuerdo señala que arrancará un proceso constitucional en Ucrania que será «transparente» y en base a «un amplio diálogo nacional para incluir a todas las regiones ucranianas y a todas las entidades políticas».

Kiev garantiza una amnistía para los que se desarmen, excepto para los que hayan cometido asesinatos, explicó el texto.

«Más allá de lo inaceptable»

Tras varios fracasos humillantes, Kiev anunció el jueves la muerte de tres asaltantes y el arresto de otros 63 durante un ataque contra una unidad de su Guardia Nacional en Mariupol, en el sur del país.

«Todas la partes deben evitar la violencia, la intimidación o las acciones provocadoras», pidió el texto de Ginebra.

Pero el pulso diplomático entre Moscú y los países occidentales continúa.

Si Rusia, que según la OTAN tiene concentrados unos 40.000 soldados en la frontera, no contribuye a serenar la situación habrá sanciones adicionales, advirtió Obama.

El primer ministro británico David Cameron aceptó este jueves colaborar con el presidente estadounidense en la intensificación de las sanciones a Moscú y prometió 1,2 millones de euros suplementarios para una misión de vigilancia en Ucrania.

Ambos dirigentes, que hablaron por teléfono al término de las negociaciones de Ginebra, advirtieron de que las medidas previstas en el acuerdo se deben aplicar «rápidamente» para reducir la tensión.

Estados Unidos y la UE han impuesto sanciones a responsables políticos y empresas rusas.

El secretario de Estado, John Kerry, aseguró igualmente que Estados Unidos y sus aliados no olvidarán el caso de Crimea, la península ucraniana anexionada por Moscú en marzo.

La crisis ucraniana es la peor en Europa desde el fin de la Guerra Fría, y ha supuesto para Rusia la salida del G8 y la suspensión de numerosos proyectos de colaboración con Estados Unidos y la UE.

Para Ucrania, a su vez, el conflicto amenaza directamente el vital suministro de gas ruso, y por extensión lo mismo le sucede a Europa.

Putin le dio a Kiev un mes de plazo para saldar su deuda con el gigante ruso del gas, Gazprom.

El texto del acuerdo de Ginebra también alude a otros incidentes en el este de Ucrania, al expresar una condena de cualquier acto de racismo, incluido antisemitismo.

Un rabino de la ciudad de Donetsk, ocupada por los prorrusos, explicó que unos desconocidos lanzaron octavillas ante la sinagoga local convocando a los judíos a inscribirse ante las nuevas autoridades.

El rabino, Pinkhas Vychedski, tildó el acto de «provocación», después de recibir un desmentido del líder local de los prorrusos de que estuviera involucrado.

El incidente «no es sólo intolerable, sino también grotesco. Va más allá de lo inaceptable», denunció Kerry en Ginebra.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, saludó el acuerdo y pidió una «actitud seria» a todas las partes involucradas, mientras que Alemania lo calificaba de «primer paso».

Ucrania, que acusa a Moscú de haber infiltrado a espías y militares de fuerzas especiales sin insignias en su territorio, anunció que prohibía la entrada vía aérea a los hombres rusos de entre 16 y 60 años. AFP

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