“Mustang” de Ford cumple 50 años y festeja subiendo al techo del Empire State

Cuando apareció la versión descapotable del Mustang –en 1965- se organizó una proeza tecnológica para la época, cuya publicidad fue de tal éxito que ahora, se repetirá. El Ford Mustang de aquellos días, fue desarmado pieza por pieza, subido en ascensor al observatorio del Empire State de Nueva York, por aquellos días el rascacielos más alto existente, y lo armaron nuevamente en el piso 86, donde se exhibió.

Esta semana, al festejarse el medio siglo del Mustang, se hará algo que podría ya no sonar a proeza, pero lo es, en tanto el vehículo debe subirse por los mismos ascensores que en la década de los 60´: se estudió subirlo en helicóptero, pero resulta imposible debido a la gran cantidad de antenas de todo tipo que están instaladas en las alturas del rascacielos.

Desde febrero la empresa DST, ha estado a cargo de seccionar un Mustang, en partes que cupieran en los elevadores, siguiendo las instrucciones archivadas por los técnicos hace medio siglo.

Un nombre icónico, decidido por un divorcio

El Mustang se iba a llamar originalmente “Torino”, después de haberse descartado nombres como T-Bird, o Cougar, que también estuvieron en la lista. Pero al aproximarse la fecha de presentación, el nieto de Henry Ford –Henry Ford II- por aquellos días director general de la empresa, estaba en pleno trámite de divorcio de su esposa, y haciendo de novio con una noble italiana, por lo que vetó la nominación itálica y exigió otro nombre. Fue la Biblioteca Pública de Detroit, la que elaboró una nómina completa de nombres de animales, de donde se extrajo “mustang”.

El auto lanzado en toda la red de concesionarios Ford de Estados Unidos, en abril de 1964, costaba 2.369 dólares y en menos de dos años alcanzó a vender su primer millón de unidades. Actualmente el Mustang va por su sexta generación, y el valor de los vehículos anteriores crece, en lugar de retroceder ante los nuevos exponentes del modelo, como ocurre habitualmente.