1964-1985

Militares de Brasil investigarán centros de tortura y ejecución de opositores, 50 años después del golpe

La dictadura brasileña es la menos investigada del Cono Sur, y la única que no ha juzgado a los represores, porque una ley de amnistía de 1979 lo impide.

La dictadura brasileña es la menos investigada del Cono Sur, y la única que no ha juzgado a los represores.

Las fuerzas armadas de Brasil investigarán el uso de instalaciones militares para tortura y ejecuciones durante el régimen militar, informó el martes la Comisión de la Verdad al cumplirse 50 años del golpe militar (1964-85).

«El ministro de Defensa, Celso Amorim, comunicó este martes que las fuerzas armadas crearán comisiones para investigar el uso de instalaciones militares para la práctica de graves violaciones de los derechos humanos» durante la dictadura, informó la Comisión de la Verdad en una nota.

En febrero, la comisión entregó un informe preliminar que da cuenta del «uso sistemático de siete instalaciones de las fuerzas armadas para la tortura y muerte de opositores durante la dictadura», en los estados de Rio de Janeiro, Sao Paulo y Minas Gerais (sureste) y Pernambuco (nordeste).

El coordinador de la Comisión de la Verdad, Pedro Dallari, dijo a la AFP que uno de los principales centros es «la casa de la muerte de Petrópolis (estado de Rio), quizás el principal centro clandestino de tortura y exterminio».

La dictadura brasileña es la menos investigada del Cono Sur, y la única que no ha juzgado a los represores, porque una ley de amnistía de 1979 lo impide.

La creación de la Comisión de la Verdad en 2012 por la presidenta Dilma Rousseff, una exguerrillera que fue torturada y encarcelada por el régimen militar, es el mayor paso oficial que Brasil ha dado para esclarecer las violaciones de los derechos humanos.

Trifulca en el Congreso

La Cámara de Diputados tuvo que suspender el martes una sesión solemne sobre los 50 años del golpe, tras enfrentamientos entre grupos favorables y contrarios al régimen militar.

La polémica explotó en plena sesión cuando dos personas desplegaron una gran pancarta de unos cinco metros que decía «Felicidades militares, gracias a ustedes Brasil no es Cuba».

Activistas y familiares que llegaron con fotos de víctimas de la dictadura les gritaron «asesinos». El enfrentamiento terminó incluso con golpes entre dos mujeres que se manifestaron a favor y contra la dictadura.

El diputado conservador y defensor del régimen militar Jair Bolsonaro intentó pronunciar un discurso pero diputados de izquierda y activistas le dieron la espalda.

La sesión fue cerrada antes de lo previsto.

Firmas contra la impunidad

En Rio de Janeiro, Amnistía Internacional Brasil lanzó el martes una campaña de recolección de firmas para poner fin a la ley que perdona a quienes cometieron crímenes en la dictadura.

«Para cerrar el ciclo de la transición a la democracia» es necesario «revisar la impunidad» y «mandar un mensaje bien claro de que los crímenes cometidos por agentes del Estado durante la dictadura no son susceptibles de ser perdonados, sino que son crímenes de lesa humanidad», dijo a la AFP Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Brasil.

«Sin justicia no hay paz», agregó.

La campaña arrancó con un acto simbólico en la plaza de Cinelandia, en el centro de Rio, y durará 50 días. Las firmas apoyan un documento que será enviado al Congreso y a Rousseff.

El golpe tuvo lugar el 31 de marzo de 1964, cuando un grupo de generales se rebeló contra el presidente Joao Goulart. Un día después, el Congreso declaró «vacante» la Presidencia. AFP

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