SEGURIDAD

La policía ocupa una nueva favela de Rio de Janeiro a 90 días del Mundial

A tres meses del Mundial en Brasil, la policía de Rio de Janeiro ocupó el jueves en 20 minutos y sin disparar un tiro la favela Vila Kennedy, reafirmando su voluntad de proseguir con la "pacificación" pese al retorno de la violencia a varias de estas barriadas.

Un total de 80 personas fueron arrestadas y la policía se incautó de decenas de armas, municiones y drogas.

Aunque la reconquista fue realizada esta madrugada sin violencia, en los últimos seis días los narcos se enfrentaron aquí 17 veces con la policía, con un saldo de seis «marginales» muertos -incluido un menor- y otros cinco heridos, precisó la Secretaría de Seguridad de Rio de Janeiro.

Un total de 80 personas fueron arrestadas, nueve de ellas este jueves, y la policía se incautó de decenas de armas, municiones y drogas.

Bandos rivales de narcotraficantes en guerra aterrorizaban desde hace tiempo a la población de Vila Kennedy, en la zona oeste de Rio, y de su vecina, la favela do Metral, donde viven en total unas 34.000 personas.

Un total de 270 policías del temido Batallón de Operaciones Especiales (Bope) y del Batallón de Choque, apoyados por vehículos blindados, entraron a la favela antes de las 06H00 (09H00 GMT), y terminaron la ocupación en 20 minutos. Nueve personas fueron arrestadas.

«La ocupación alcanzó su objetivo, que es la reconquista del territorio», dijo a periodistas el secretario de Seguridad de Rio, José Mariano Beltrame, al terminar el operativo.

«Existe un proceso de pacificación que continúa, y si parase, será una pérdida invalorable para el Estado y la población», afirmó.

«Mucho miedo»

La violencia en Vila Kennedy recrudeció cuando un jefe narco decidió cambiar de bando y conquistar el control del territorio.

Horas antes de la ocupación, los narcotraficantes montaron varias barricadas en las calles, quemaron basura y madera para intentar impedir el acceso de los policías y atemorizaron a comerciantes y habitantes de la zona.

«Durante un mes hubo disparos todos los días en la favela y teníamos mucho miedo, pero desde que comenzaron las operaciones policiales a fines de febrero para preparar la ocupación, la situación se calmó», dijo a la AFP un vendedor ambulante de Vila Kennedy que solo quiso identificarse como Joao.

Para Adriano Gomes, un chofer de 35 años nacido y criado en el barrio, «la guerra entre las bandas de narcos sirvió para algo, porque llamó la atención de los poderes públicos sobre la región».

En territorio del crimen

La policía instalará en estas dos favelas la 38ª Unidad de Policía Pacificadora (UPP), de un total de 40 que pretende tener implementadas antes del Mundial de fútbol que comienza el 12 de junio en Brasil.

Unos 250 policías trabajarán de manera permanente en la nueva UPP, precisó Beltrame.

En 2008, en vistas de la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio, las autoridades comenzaron a reconquistar decenas de favelas controladas por el narcotráfico o por milicias parapoliciales, en enormes barriadas que carecían de policía y servicios públicos como saneamiento, escuelas y hospitales.

Unos 9.000 policías trabajan en las 38 UPP que vigilan a 253 favelas, beneficiando a unos 1,5 millones de personas, según las autoridades.

Pero en las últimas semanas, la violencia ha regresado a varias de estas favelas pacificadas, por ejemplo a Rocinha y Pavao-Pavaozinho, en la zona sur y más turística de Rio, y al Complexo do Alemao, donde las UPP han sido atacadas. Tres policías de las UPP han muerto desde el 1 de enero.

Beltrame ha amenazado con pedir el retorno de las fuerzas armadas a las favelas, como sucedió al inicio de la ocupación de estas barriadas.

«Existen 38 UPP y tenemos problemas en una o dos, que son las más pobladas, a raíz de la topografía, son áreas de total desorden urbano», explicó Beltrame.

«Nunca nadie se metió en el territorio del crimen. Nosotros lo hicimos y ellos reaccionan», sentenció.

Mientras un policía iza con orgullo la bandera de Brasil en Vila Kennedy, símbolo de la presencia del Estado en la comunidad, un colega pide paciencia a los habitantes.

«Se necesita una presencia policial a largo plazo. Es poder educar a los más jóvenes. Es un proceso que debe durar al menos varios años», sostuvo este agente de 21 años que se identificó como Edson.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje