En discurso del Estado de la Unión, Obama alerta poder gobernar “por decreto”

“Los Estados Unidos no se paralizan, y yo tampoco lo haré. Así que en cualquier lugar y en cualquier momento en que yo pueda tomar decisiones sin la necesidad de leyes para aumentar las oportunidades para más familias estadounidenses, eso es lo que voy a hacer”, dijo el primer mandatario reafirmando sus decisiones en la misma jornada que aumentan el salario mínimo de los trabajadores.

Obama había confirmado que de ahora en más, todos los nuevos contratos con la administración federal, tendrán un 30% de aumento en los salarios mínimos.

“Denle un aumento a los Estados Unidos” exigió el presidente en su alocución ante los parlamentarios, a los que pide aprobar un aumento que lleve de 7,25 dólares la hora, a 10,10 dólares la hora de trabajo realizado.

Obama remarcó que la crisis ha quedado atrás y que la situación del país es mejor que la de cualquier otro de cara a los nuevos desafíos del futuro. “Creo que este puede ser un muy buen año para Estados Unidos. Tras cinco años de grandes esfuerzos, Estados Unidos está mejor posicionado para el siglo XXI que cualquier otro país en la Tierra”, puntualizó.

«Hoy, tras cuatro años de crecimiento económico, las ganancias corporativas y los precios de las acciones están más altos que nunca, y a los que están en los altos mandos nunca les había ido mejor. Pero los salarios promedio casi no se han movido. La inequidad se ha profundizado. La movilidad social ascendente se ha estancado”.

La oposición rechazó de plano los dichos de Obama. “Si el Presidente cree que nos vamos a quedar sentados mientras él nos pisotea, está muy equivocado”, apuntó John Boehner, jefe de la bancada de los republicanos en la Cámara de Representantes.

La reforma migratoria también debe avanzar

Obama se refirió también a la situación en la que continúan millones de indocumentados en el país, y exigió una rápida resolución sobre el tema a nivel legislativo.

“Debemos proporcionar un camino merecido a la ciudadanía, a los inmigrantes que paguen una multa y los impuestos, que aprendan inglés, y que superen una verificación de antecedentes”, señaló el mandatario, aunque sin acusar a los republicanos que hundieron el año pasado su proyecto de regularización.

Finalmente destacó en su discurso nuevamente la intención de cerrar la cárcel de Guantánamo, en territorio cubano. “Con la guerra de Afganistán tocando a su fin, éste tiene que ser el año en que el Congreso levante las restricciones restantes para las transferencias de prisioneros y para que cerremos la prisión de la Bahía de Guantánamo”, puntualizó.