Ginebra II: Acuerdo de paz para guerra civil en Siria en su primer diálogo entre partes

Con posturas iniciales tan alejadas como es posible, las delegaciones a la conferencia de paz en Suiza, que representan al gobierno y a las fuerzas rebeldes en Siria, apuestan que este viernes podrían al menos fijar una agenda a partir de un encuentro directo.

Hasta ahora las dos delegaciones se entrevistaron por separado con encargados de la ONU, ante los que expusieron discursos sumamente duros, según testigos presenciales, en defensa de sus intereses.

Los enviados de Bashar El Asad, y de la Coalición Nacional Siria (CNS) se vieron en la sala del Montreux Palace, en Ginebra, pero no hubo ningún diálogo directo, todo consistió en la exposición de sus posturas y atender las intervenciones de los 39 países invitados. Falta en la reunión Irán, invitado al que se retiró la invitación generando una tensión adicional innecesaria a cargo de los Estados Unidos, que exigieron la no participación de representantes de Teherán.

Al concluir la primera jornada de la conferencia, el secretario general de ONU, Ban Ki-moon recibió a la prensa, aunque insistió en el rol del órgano para “tender puentes” y remarcando lo “esperanzador” de que la conferencia haya comenzado, más allá de analizar aspectos de cómo se intentará que las partes lleguen a un acuerdo.

El costo de cada minuto que pasa “es en sangre” para Siria

En sus primeros discursos los representantes de ambos bandos dejaron en claro que el trabajo que tiene por delante ONU, es más difícil de lo que se esperaba.

El ministro de Exteriores de Siria, Wallid Muallem, abrió el debate denunciando la “guerra contra el terrorismo que padece Siria, donde combaten milicianos de 83 nacionalidades diferentes sin que nadie lo condene”. Muallem enfatizó que la “democracia y el terrorismo no pueden ir en paralelo”, exigiendo que el diálogo sobre este asunto debe ser “entre sirios” y no con terceras partes que están atacando su país desde el exterior.

El líder de la oposición, Ahmed Yarba, por su parte negó que exista ninguna “guerra contra el terrorismo” y dijo que en todo caso Hezbolá, que combate del lado de Assad, es la primera unidad terrorista en territorio sirio. “Cada minuto que pasa le cuesta más sangre a Siria”, recordó el dirigente de los combatientes opositores, que insistió en la necesidad de un gobierno de transición inmediato como forma de evitar mayor cantidad de muertes.