La vida sexual activa, mejora la inteligencia y previene las afecciones cardíacas

Estudios realizados por especialistas de las universidades de Maryland (Estados Unidos) y de Konkuk (Seúl, Corea del Sur), concluyeron que una más frecuente actividad sexual, contribuye tanto a mejorar el rendimiento mental, como a incentivar la neurogénesis, el fenómeno biológico por el que nuestro cuerpo produce nuevas neuronas. El área del hipocampo, es particularmente beneficiada por el acto sexual frecuente, en el largo plazo.

Los técnicos americanos descubrieron que en animales de laboratorio, las funciones cognitivas eran mejores en el largo plazo, entre aquellos que habían tenido una actividad sexual intensa, y que los que no lo habían hecho, mejoraban rápidamente cuando se les permitía el apareo frecuente. Sus pares de la universidad coreana, encontraron sobre esa base que la actividad sexual contrarresta los efectos negativos del estrés crónico y optimizaba las áreas destinadas a la memoria, donde ejerce su acción el hipocampo.

Y no todas las mejoras son para el cerebro

Los estudios ratificaron también iniciativas anteriores de científicos londinenses quienes habían remarcado que la vida sexual activa es fundamental para que la piel se conserve sana. Los efectos anti-inflamatorios de hormonas como la oxitocina y la beta endorfina –que se emiten intensamente durante el acto sexual- optimizan la piel, además de eliminarse toxinas, por la sudoración de los poros. Los niveles de estrógeno que se alcanzan evitan la resequedad de la piel y estimulan la elasticidad.

Finalmente los trabajos dieron como cierta la recomendación del American Journal of Cardiology, en el sentido que una baja actividad sexual aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, principalmente entre los hombres.