Auto Show de Detroit pauta fin de la crisis automotriz en los Estados Unidos

Desde 2009 las vicisitudes que ha experimentado la industria de fabricación de automóviles en Estados Unidos, están entre las de peor magnitud dentro de la crisis financiera general que aún conmueve a la primera potencia mundial. Cuando Chrysler y General Motors se declararon en quiebra, suspendieron sus pagos y el Estado –en la forma del Departamento del Tesoro- intervino para salvar las compañías, una era dorada del sector había llegado a su fin.

Hubo que esperar hasta 2013 para que las ventas de automóviles nuevos en Estados Unidos, se recuperaran a los niveles de antes de la crisis: 15,6 millones de unidades vendidas el año pasado, un 8% más que en 2012.

Para este año las expectativas son todavía mejores, y los fabricantes quieren aprovechar la avidez de los consumidores estadounidenses para renovar sus “viejos” vehículos, y aprovechan el mayor salón de exposiciones del ramo que se celebra cada año, para mostrar las novedades que atraigan compradores.

Las novedades se cuentan este año por cientos

Para los observadores los antecedentes de la feria anual son de excepción: las novedades son tantas que algunas marcas ya adelantaron parte de lo que ofrecerán en las redes sociales, buscando garantizar la presencia de los medios de difusión en sus stands. Otros decididamente muestran los vehículos antes incluso de que se abran las puertas de la muestra.

Por lo visto puede afirmarse que será el “año de las camionetas”. Desde los utilitarios de bajo porte hasta las moles de GMC, los vehículos que comparten prestaciones de transporte humano con la carga parecen estarán en la primera línea de a muestra. Los especialistas insisten en que las lujosas terminaciones interiores y el confort, en todoterrenos urbanos y pick-ups, pautarán la evolución de esta muestra en la más emblemática ciudad de la industria automotriz del país: Detroit.