La mafia prestaba apartamento al presidente francés para reunirse con su amante
La denuncia del vínculo amoroso entre el presidente Francois Hollande y la actriz Julie Gayet se complica: la prensa denuncia ahora que la mafia le prestaba el apartamento para sus citas.
Después que hasta los más tradicionales medios de prensa franceses debieran aceptar la noticia, más allá de que algunos siguen cuestionando que sea real, el escándalo por las relaciones del primer mandatario se complicó a niveles impensables.
Primero fue la pareja “oficial” del presidente –Valérie Trierwiler- que fue internada de urgencia en un hospital parisino, horas después de hacerse público el affaire presidencial.
Fuentes médicas se excusaron de hacer comentarios mayores aunque reconocieron que la compañera de Hollande estaba “profundamente abatida y afectada”.
Hollande sigue negando todo, y afirma que irá ante la Justicia para denunciar a los medios que están dañando su imagen y su vida privada con “absoluta falsedad”.
Ahora la mafia es la que entra en escena
El jefe de Estado y la actriz, se reunían en un apartamento propiedad de Michel Ferracci, ligado directamente a la mafia corsa. Ferrari, un actor que participó precisamente de la serie “Mafiosa”, fue condenado en noviembre pasado a 18 meses de cárcel, implicado en un caso de extorsión de fondos, en un círculo de juego de Paris, por cuenta de una banda de mafiosos corsos.
El apartamento se lo “prestaba” a Julie Gayet, la ex mujer de Ferracci, “compañera sentimental” de otro mafioso corso, asesinado el año pasado, Francois Masini, según publica Mediapart, de Francia.
La popularidad del presidente de Francia está cayendo en picado entre los ciudadanos según las últimas encuestas: el paro y la crisis no han cedido aún en el país y la aventura de Hollande es interpretada como una absoluta ligereza en medio de tantos problemas.
Pese a que los abogados de Hollande amenazan con querellar a los medios que a su entender, han violado el artículo 9 del Código Civil de Francia que defiende celosamente la vida privada de las personalidades públicas, la prensa sigue en la brecha que amenaza convertir en un aluvión incontenible, los comentarios que de tiempo atrás existían pero nadie publicaba concretamente.
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