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Panamá exigirá a consorcio europeo cumplir con las obras de ampliación del Canal

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, advirtió el jueves que viajará a Europa para exigir al consorcio encargado de la ampliación del Canal que cumpla con las obras, luego de que éste amenazara con suspenderlas si no le pagan 1.600 millones de dólares por sobrecostos.

Canal de Panamá

«Voy a ir a España e Italia a exigirle a estos gobiernos responsabilidad moral por lo actuado, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostos en una ampliación que es una obra de la humanidad», declaró a periodistas Martinelli, sin precisar fechas del viaje.

El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la constructora española Sacyr, envió el 30 de diciembre a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una carta en la que advierte que «en 21 días suspenderá la construcción de la obra» si no se arreglan los supuestos incumplimientos del contrato en relación con sobrecostos que estima en 1.600 millones de dólares.

«Cuando ellos licitaron pusieron un precio y ahora van a venir con el cuentito de que están subiendo los precios», afirmó Martinelli, tras rendir en el Congreso un informe sobre su gobierno en el inicio del último periodo de la legislatura.

El presidente precisó que viajará con la directiva de la ACP y dijo esperar que la ampliación del Canal culmine «sin contratiempos, porque estos sobrecostos son una gran irresponsabilidad».

El consorcio está integrado por la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, pero su socio mayoritario es la española Sacyr, que el jueves informó del conflicto a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España.

Sacyr sufría un duro castigo el jueves en la bolsa de Madrid, donde después de una caída inicial de 18%, la acción perdió 8,95% al cierre de la jornada.

Rechazo categórico

Tras rechazar de «manera categórica» las amenazas del GUPC, el administrador del Canal, Jorge Quijano, aplaudió la decisión de Martinelli y aseguró que la vía opera normalmente.

«Lo importante en este momento para la comunidad marítima internacional es que el Canal sigue operando de manera eficiente y eficaz»; y los reclamos de GUPC «son al margen de las operaciones» de la vía, declaró Quijano.

Los trabajos, que cuestan 5.200 millones dólares, 3.200 de ellos para GUPC, comenzaron en 2009 y estaba previsto que terminaran este año en el que la vía cumple 100 años. Pero llevan un retraso de nueve meses.

Sacyr denuncia «incumplimientos graves» en el contrato por la ACP. «Son costes imprevistos, muchos y de diferentes clases en una obra de tal magnitud», dijo a AFP en Madrid un portavoz de Sacyr.

«Hablamos de temas técnicos, de compuesto de hormigón, de tecnicismos, geológicos, impuestos, tasas, de temas laborales y climatológicos», añadió.

En 2009, cuando se adjudicaron las obras, competidores de Sacyr aseguraron que el precio propuesto por esa constructora era demasiado bajo.

Un primer desacuerdo entre GUPC y la ACP surgió en relación a la calidad del cemento. El consorcio aceptó cambiar el material pero a cambio de una compensación de 573 millones de dólares.

«Me querían torcer el brazo para que llegáramos a un acuerdo global en sus reclamaciones, fuera de lo establecido en el contrato», aseguró Quijano.

Pero esta vez los desacuerdos están al rojo vivo. «Tenemos toda la voluntad de alcanzar un acuerdo justo que permita que la obra siga su curso con el menor coste posible y con el menor plazo posible», dijo el portavoz de .

Quijano explicó que el contrato establece instancias nacionales e internacionales para resolver el conflicto.

Afirmó que Panamá está dispuesto a pagar si se halla que los montos que reclama GUPC «son aceptables», pero dijo esperar que si se fallara lo contrario que «la contraparte también atienda ese juego».

Una vía estratégica mundial

Rodeado en buena parte de una exuberante vegetación, el Canal de Panamá, de 80 km de largo, fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos, luego de que el francés Ferdinand de Lesseps fracasó a fines del siglo XIX en su intento de construirlo, por obstáculos geográficos y enfermedades tropicales que diezmaron a los trabajadores.

Orgullo y sello de identidad de Panamá, el Canal pasó a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de los acuerdos firmados en 1977 por el entonces líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter.

Desde entonces Panamá ha recibido unos 8.500 millones de dólares, más que en los 85 años de administración estadounidense. Por el Canal transita 5% del comercio mundial y ya lo ha cruzado más de un millón de embarcaciones en un siglo.

La ampliación, cuyo avance es del 70%, se realiza para que puedan cruzar la vía buques de más de 12.000 contenedores, con el triple de capacidad de los actuales.

El paso de esos gigantes -que representan el 30% de la oferta de flete mundial- impactará en puertos del Golfo de México y de la costa este de Estados Unidos, obligados a realizar inversiones para dar cabida a los nuevos buques, de 400 metros de largo.

Estados Unidos es el principal cliente de la vía, por la que el año último transportó unas 150 millones de toneladas, seguido por China, Chile y Japón. AFP

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