HIDROCARBUROS

México aprueba reforma energética «privatizadora» rechazada por la izquierda

La cámara de diputados de México aprobó el miércoles en lo general la reforma energética que abre las puertas al capital privado para la explotación de hidrocarburos, y la exposición de motivos de las reservas interpuestas por la izquierda continuaban la mañana del jueves.

Protestas contra la reforma / AFP

Hacia las 8H00 locales (14H00 GMT) habían hecho uso de la tribuna 51 de 101 oradores que habían pedido la palabra después de que fuera aprobada en lo general la reforma, y ninguna de sus reservas habían sido aceptadas, confirmó a la AFP una fuente de ese recinto legislativo.

Tras su su aprobación en el Senado el mismo miércoles con el voto en contra de la izquierda, la polémica reforma se aprobó en términos generales en la cámara de diputados con 354 votos a favor, 134 en contra y ninguna abstención. La votación fue tensa y se llevó a cabo entre gritos y ofensas.

Este reforma está considerada como la más importante del paquete de reformas estructurales impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto para estimular el crecimiento económico y social del país.

Una vez que sea aprobada en lo general por Diputados, la ley tendrá que contar con la aprobación de la mitad más uno de los congresos estatales para que el presidente la promulgue.

La sesión del miércoles en la Cámara de Diputados tuvo que celebrarse en un auditorio alternativo al salón de plenos de ese recinto, donde una veintena de legisladores de izquierda se habían atrincherado en la tribuna bloqueando los accesos con sillas y cadenas con la intención de impedir la votación.

Con gritos de «¡El petróleo no se vende, el petróleo se defiende!» y pancartas que decían «¡Traidores!», el grupo de diputados tomó la tribuna. «No podemos permitir que un puñado quiera apoderarse y entregar los bienes nacionales», denunció María Luisa Alcalde, del partido Movimiento Ciudadano.

La reforma aprobada gracias al voto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder, y el Partido Acción Nacional (PAN, conservador), prevé acabar con 75 años de monopolio energético estatal y abrir al capital privado nacional y extranjero la exploración y extracción de hidrocarburos.

Prevé distintos tipos de contrato, de servicios, de utilidad o de producción compartida o de licencia, algo que la izquierda ve como una «privatización» del sector y la apertura a concesiones encubiertas.

El proyecto también incluye la creación de un fondo que se encargará de administrar las regalías petroleras, teniendo en cuenta que Pemex, la petrolera estatal, destina actualmente un 67% de sus ganancias a las arcas públicas mexicanas.

Pérdida de influencia del sindicato

La reforma elimina además del consejo de administración de Pemex a los cinco representantes del influyente sindicato de la petrolera, cuyo dirigente, Carlos Romero Deschamps, fue acusado años atrás de haber desviado fondos a una campaña presidencial.

«Un día negro en la historia de México», dijo durante el debate el diputado Ricardo Monreal, del izquierdista Movimiento Ciudadano, quien acusó a sus opositores de traición a la patria.

«Los verdaderos traidores a la patria son aquéllos que pretenden seguir lucrando con la pobreza de los mexicanos, esos que están en la izquierda, conservadora, reaccionaria y violenta», replicó Rubén Camarillo del PAN.

Esta reforma permitirá «ponernos a la vanguardia y aprovechar el gran potencial energético que tiene México», dijo por su parte Ely Cantú Segovia, diputado del oficialista PRI.

En los últimos años Pemex ha visto caer drásticamente su producción de crudo, de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a 2,5 millones en la actualidad.

La reforma energética es la sexta reforma de gran calado del primer año de gobierno de Peña Nieto, después de las reformas educativa, de telecomunicaciones, financiera, tributaria y política. Todas ellas forman parte del llamado Pacto por México entre gobierno y oposición, del que el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) se distanció recientemente por sus discrepancias con la reforma política y del sector energético.

«El número, profundidad y trascendencia de las reformas aprobadas [en un solo año] es realmente alentador y refleja el espíritu modernizador que hoy se vive en el país», dijo el miércoles Peña Nieto, que calificó como trascendental la decisión del Senado.

Pero con la ley de consulta popular recién aprobada por los diputados y a la espera de sumar pronto los dos millones de firmas necesarias, el PRD espera frenar la reforma, con una solicitud de referéndum para 2015. AFP

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