PROEUROPEOS

«Ahorquen a los comunistas»: cientos de miles de ucranianos exigen la dimisión del presidente pro-ruso

Varios cientos de miles de ucranianos favorables a la Unión Europea se manifestaron el domingo en Kiev, pidiendo la dimisión del presidente Viktor Yanukovich, acusado de "vender" Ucrania a Rusia tras su rechazo a firmar un acuerdo de asociación con la UE.

«Ahorquen a los comunistas», gritaban algunos manifestantes.

Entre 250.000 y 300.000 personas llenaron la Plaza de la Independencia, el lugar emblemático de la prooccidental Revolución Naranja de 2004, así como las calles aledañas, al grito de «¡Dimisión!», constató la AFP.

«Estamos aquí por el futuro europeo de Ucrania, por nuestros hijos y nietos. Queremos que reine la justicia en todo el mundo y que el poder deje de robar», declaró a la AFP un jubilado de 52 años, Viktor Melnichuk.

Según los organizadores, el numero de manifestantes «se aproximó a un millón», mientras que la policía lo cifró en 60.000 opositores y en 15.000 los asistentes a una manifestación de apoyo a Yanukovich ante el Parlamento.

Arseni Yatseniuk, uno de los líderes de la oposición, llamó a los manifestantes a «aumentar la contestación» y a «bloquear el barrio gubernamental».

Los manifestantes instalaron varias tiendas cerca de la sede del gobierno y comenzaron a levantar barricadas con cestas de flores, según imágenes difundidas por la televisión ucraniana.

Una treintena de manifestantes con los rostros cubiertos derribaron una estatua de Lenin de 3,5 metros erigida en la plaza central de Kiev, indicó la policía.

«Manifestantes enmascarados derribaron la estatua de Lenin», dijo una portavoz policial a la AFP, que explicó que los manifestantes enarbolaban banderas del nacionalista Partido de la Libertad.

«Ahorquen a los comunistas», gritaban algunos manifestantes.

Más tarde, el líder del opositor partido Svoboda, Oleg Tyagnybok, dijo en tono jocoso sobre el derrumbamiento de la estatua: «¡fue un sucidio desagradable».

Los manifestantes desplegaron las banderas ucraniana y la rojo y negro del ejército insurgente ucraniano (anticomunista) sobre el el pedestal vacío, al tiempo que unos 1.500 manifestantes aún presentes coreaban «¡Gracias a Dios!» y «la última».

por su parte, el ex primer ministra Yulia Tymoshenko, actualmente encarcelada, pidió a través de una declaración que fue leída por su hija la renuncia inmediata del presidente Yanukovich.

«El ya no es el presidente de nuestro país, es un tirano que debe responder por cada gota de sangre que ha sido derramada», dijo Yevgenia Tymoshenko desde una especie de plataforma, sentada junto a un enorme retaro de su madre.

Poco después de la masiva manifestación, los Servicios Especiales Ucranianos (SBU) anunciaron la apertura de una investigación por intento de «toma de poder» tras las acciones ilegales de algunos políticos», sin citar cuáles, por los que podrían enfrentarse a hasta 10 años de prisión.

Europa o la dictadura

También este domingo, el presidente ucraniano y su homólogo de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, acordaron que la jefa de la diplomacia europea participe la semana que viene en una misión de conciliación en Kiev con Yanukovich, anunciaron en un comunicado.

«Se ha adquirido el principio de la misión de Catherine Ashton, pero la fecha aún no ha sido fijada. El deplazamiento se prevé a mediados de semana», dijo a la AFP una fuente cercana a las negociaciones, quien señaló que el futuro de Timoshenko será uno de los temas a los que aluda Ashton.

El acuerdo se alcanzó durante una entrevista telefónica en la que Barroso «insistió en la necesidad de encontrar una solución política a las tensiones en Ucrania, iniciando un diálogo con la oposición y la sociecidad civil», dice el texto.

El pasado domingo entre 200.000 y 500.000 personas, según las fuentes, se manifestaron en la plaza tras haber sido desalojadas por la fuerza dos días antes por la policía, en una operación que dejó decenas de heridos, muchos de ellos estudiantes. El sábado cerca de mil personas se manifestaron en el mismo lugar, también conocido como Maidan.

El rechazo del presidente a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE), negociado durante meses, ha sumergido a este país de 46 millones de habitantes en una crisis política sin precedentes desde la Revolución Naranja.

La tensión aumentó tras una reunión que mantuvo Yanukovich el viernes con el presidente ruso, Vladimir Putin, para hablar de un acuerdo de «asociación estratégica» entre ambos países.

Los europeos acusan a Rusia de haber ejercido presiones económicas y amenazas «inaceptables» sobre Ucrania, que atraviesa una crisis económica y financiera, para que renuncie a la asociación con la UE.

La oposición denunció el sábado la intención de Yanukovich de firmar este acuerdo con el objetivo final de que Ucrania se adhiera a la unión aduanera de repúblicas soviéticas liderada por Moscú.

Los rumores de este posible acuerdo con Rusia han sido recibidos con consternación en las filas de la oposición, que protesta desde hace dos semanas en las calles.

El primer ministro ucraniano, Mykola Azarov, calificó de «mentiras y provocaciones» estas informaciones.

En la jornada, el ministro de relaciones Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, pidió a la oposición ucraniana «moderación y diálogo». AFP

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