España: trabajadores desoyen cierre de la Televisión pública de Valencia y la mantienen al aire
Los empleados de la televisión regional de Valencia (este de España) seguían emitiendo este viernes tras haber evitado durante la noche varios intentos de cortar la señal, tras días de rebelión, informó una representante de los trabajadores.
«Esta medianoche ha entrado en vigor la ley de supresión, disolución y liquidación de [la Radio Televisión Valenciana] RTVV, publicada ayer por la tarde» en el boletín Oficial de la Comunidad Valenciana, anunció la web del canal. El Gobierno regional había anunciado el cierre de la televisión a principios de noviembre.
«La radio se ha apagado, pero la televisión continúa y la estamos manteniendo a pesar de los varios intentos que ha habido de cortar la señal. Pero no lo han conseguido gracias a la resistencia de los compañeros», declaró la vicepresidenta del comité de empresa de RTVV, Salut Alcover, en la radio pública española.
Una noche «inolvidable»
«Esta ha sido una noche muy triste y al mismo tiempo inolvidable y muy emocionante en esta empresa, porque los trabajadores estamos manteniendo la emisión de los canales de televisión», añadió.
Varios agentes de policía se desplegaron por la noche ante la sede de la televisión, y se encararon con los empleados, según imágenes difundidas por los medios de comunicación españoles.
La radio pública valenciana se apagó un poco antes de medianoche, informó la prensa, mientras que los periodistas de la televisión retomaron sus emisiones poco después del inicio del viernes, relatando el desarrollo de los acontecimientos.
Dos presentadores hablaban con una imagen de una cruz de fondo con el mensaje «Aquí yace RTVV maltratada, explotada, manipulada y asesinada por el Partido Popular», conservador, en el poder en la región y en España, según podía verse en una captura de pantalla publicada en el sitio web del diario El Mundo.
El gobierno regional de Valencia anunció el cierre de la estación el 5 de noviembre, después de que la justicia anulará un plan social de despidos que afectaba a 1.000 de sus 1.700 empleados, declarándose incapaz económicamente de readmitir a los despedidos. AFP
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