ELECCIONES

Mel Zelaya, depuesto presidente de Honduras, vuelve al ruedo alegando «fraude» contra su esposa Xiomara

Cuatro años después de sufrir un golpe de Estado, Manuel Zelaya vuelve al ruedo político como diputado y líder izquierdista pese al triunfo de la derecha en las elecciones de Honduras, encarnando el rechazo a un sistema de frágiles instituciones, dominado por el bipartidismo tradicional.

«Hernández ha ganado pero el verdadero triunfador es Zelaya», señaló una analista del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación.

Zelaya ha tomado la voz principal para impugnar los resultados que dan ganador de la Presidencia al derechista Juan Orlando Hernández con 34% de los votos, cinco puntos por arriba de su esposa Xiomara Castro, candidata de Libertad y Refundación (Libre, izquierda), el partido que creó al volver del exilio tras la asonada golpista.

«Xiomara era la candidata, pero el principal vocero y jugador político de Libre es él. Tendrá un rol fundamental en la oposición, en un nuevo contexto en el que el bipartidismo sobrevivió pero quedó erosionado por otras fuerzas», dijo a la AFP el analista Eugenio Sosa.

Más allá de cuestionar el resultado que el tribunal electoral calificó de «irreversible» tras escrutarse el 67% de las mesas electorales, Zelaya puso el dedo en la llaga: «No confiamos en las instituciones de Honduras», afirmó el lunes a la prensa junto a cientos de seguidores.

«No iremos a pelear a las instituciones que sabemos que están corroídas por un sistema que no funciona, que han conspirado y se han confabulado», subrayó el expresidente, en nombre de su esposa, quien no aparece en público desde que la noche del domingo se autoproclamó presidenta.

Zelaya aludió a una «confabulación» de «los mismos» sectores que lo derrocaron en junio de 2009, una alianza de militares, empresarios y políticos de derecha que no le perdonaron haber virado a la izquierda tras ser electo presidente en noviembre de 2005 como candidato del Partido Liberal (PL, derecha).

La revancha

Sin poder aspirar a la presidencia pues está prohibida la reelección en Honduras, Zelaya, de 61 años, acudió a los comicios como candidato a diputado y lleva la batuta en Libre, un partido que creó con los liberales que le fueron fieles y grupos de obreros, maestros y campesinos que protestaron contra el golpe por más de 100 días en las calles.

«Hernández ha ganado pero el verdadero triunfador es Zelaya», sentenció a la AFP Ismael Moreno, analista del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación (independiente).

Honduras también eligió el domingo a 128 diputados y 298 alcaldes, de nueve partidos -cuatro surgidos tras el golpe-, cifra inédita en un país donde el PN y el PL se repartieron durante un siglo el 95% del electorado y ahora en estos comicios bajaron al 55%, anotó Sosa.

Aunque el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aún no ha anunciado la conformación del Congreso, los medios locales difundieron resultados que dan como el más votado a Zelaya por el departamento de Olancho (este), su tierra natal, donde tiene fincas de ganado y cultivos.

Para Sosa y Moreno, el expresidente se convertirá en el principal negociador dentro del Congreso en la oposición, que estará dominada por Libre, junto con el PL y el Partido Anticorrupción (PAC, centroderecha), que tienen 20,7% y 15,6%, respectivamente, según los resultados parciales.

«Zelaya tiene un estilo personalizado de liderazgo, que encarna la idea de cambio pero con características de caudillo. Su gran reto será superar eso y ejercer una oposición inteligente que promueva reformas en las instituciones», comentó Sosa.

Algunos no descartan que su liderazgo vaya más allá en el Congreso. Zelaya fue derrocado en momentos en que promovía una Asamblea Constituyente, que según sus críticos buscaba habilitar la reelección indefinida, desatando temores de los grupos ultraconservadores de poder en el país.

«Con su liderazgo podría venir fácilmente la Constituyente para permitir la reelección», afirmó a la AFP el analista Adán Palacios, de la ONG Monitor Electoral, tras recordar que el cambio de la Constitución era la principal oferta de Castro.

Para Palacios «ese es el esquema» de los gobiernos de izquierda en América Latina. «Daniel Ortega está en eso en Nicaragua, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en su momento en Venezuela y el actual presidente Nicolás Maduro también», subrayó.

Los analistas coinciden en que es urgente una reforma electoral, que incluya un cambio en la estructura del TSE, compuesto por un magistrado del PN, otro del PL y uno de la Democracia Cristiana que se sujeta a los otros dos.

La independencia de poderes, señalan los analistas, es fundamental. Basta con recordar que Zelaya fue enviado la madrugada del 28 de junio de 2009 a Costa Rica con todo y pijamas, mientras el Congreso, apoyado por la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía, leía una carta falsa de renuncia del presidente. AFP

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