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Elecciones en Honduras: candidatos de derecha e izquierda se proclaman vencedores

El derechista Juan Orlando Hernández y la izquierdista Xiomara Castro se proclamaron ganadores de la elección presidencial del domingo en Honduras, que está expectante a que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que apenas dio resultados preliminares, amplíe este lunes los datos.

El derechista Juan Orlando Hernández ya se proclamó como vencedor, a pesar de no haber sido confirmado

«No estamos dando ganador, sino los resultados hasta este momento», dijo en la noche del domingo el presidente del TSE, David Matamoros. «No esperamos mucha más información el día de hoy por lo que los datos que demos serán preliminares», agregó.

Hernández, abogado de 45 añlos, postulado por el gobernante Partido Nacional (PN) se proclamó ganador con 34,27% de los votos escrutado el 54% de las mesas.

«Voy a ser el próximo presidente de Honduras», manifestó Hernández, entre ovaciones de decenas de seguidores en un hotel de Tegucigalpa.

Hernádez convocó a Castro a trabajar por un «gran pacto nacional» contra la inseguridad y la pobreza que agobian al país. «Todos vamos a sacar adelante esta patria que se llama Honduras», subrayó.

Pero Castro, esposa del exmandatario Manuel Zelaya, derrocado en un golpe de estado en 2009, rechazó el resultado del TSE, que le asignaba un 28,67%. Sus informes, dijo la aspirante, le dan un «triunfo contundente» a su partido, Libertad y Refundación (Libre).

«Voy a decirles que soy la presidenta de Honduras», dijo Castro a periodistas, en compañía de Zelaya y sus cercanos colaboradores, en un hotel donde instaló su comando de campaña, luego de que los medios divulgaran una encuesta a boca de urna que dio a su rival un 33,06% y a ella 27,04%.

Zelaya compareció luego ante las cámaras para anunciar que Libre definirá el lunes en una «reunión de emergencia» las acciones a seguir. «Xiomara gana la presidencia de la República. No nos pueden hacer eso. Nos están robando la elección», subrayó.

La embajadora de Estados Unidos, Lisa Kubiske, dijo haber visto «un proceso transparente».

Pese a la autoproclamación de victoria de Hernández y de Castro, sus respectivos seguidores no salieron a las calles a celebrar.

«A pasar la página»

Honduras, el país sin guerra más violento del mundo, celebró estas elecciones con una sociedad polarizada y una fragilidad institucional heredadas del golpe que militares, empresarios y políticos asestaron el 28 de junio de 2009 a Zelaya, luego de que su gobierno liberal girara a la izquierda.

«Hoy el pueblo hondureño votó por el fortalecimiento del sistema democrático en Honduras, votó por la paz, votó por la reconciliación, votó por dejar atrás la crisis de 2009, que ha sido la peor crisis de la historia de nuestro país», dijo Hernández.

Los analistas pronosticaban un resultado apretado. Por más de un siglo han gobernado, con los militares, el PN y el Partido Liberal (PL, derecha) -20,94%-, pero esta ha sido la primera vez de un choque frontal entre la derecha y la izquierda.

Nueve partidos participaron en estas elecciones consideradas históricas ya que cuatro de ellos surgieron de la crisis política de 2009.

«Al igual que hace cuatro años, el pueblo hondureño ha vuelto a decir que es amante de la democracia, aunque no es perfecta, sobre todo en nuestro sistema», dijo Hernández al referirse a la elección del presidente Porfirio Lobo, tras el golpe de Estado.

Unos 5,4 millones de hondureños votaron para definir el sucesor de Lobo, así como 128 diputados y 298 alcaldes para los próximos cuatro años, en unos comicios, sin segunda vuelta, que tuvieron una participación récord de 61%, según anunció el TSE, y fueron vigilados por 800 observadores internacionales.

«¡Esto ya no se aguanta!»

En el país más violento del mundo, Hernández promete «mano dura» contra el crimen organizado con una fuerza de 5.000 policías militares, mientras Castro propone tener a los soldados en las fronteras en la lucha antidrogas y enfrentar a las pandillas con con una policía comunitaria.

«Voy a hacer todo lo que tenga que hacer para recuperar la paz del pueblo hondureño», subrayó el oficialista, al referirse a la violencia en su discurso de victoria.

La violencia del narcotráfico y las pandillas tienen al país con el triste récord mundial de homicidios, 85,5 por cada 100.000 habitantes, con 20 asesinatos a diario en promedio.

«El mayor problema es la violencia, causada por el desempleo. La gente se ha acostumbrado a ganar dinero matando», dijo Pedro Garay, un economista retirado de 72 años, tras votar el domingo.

El futuro presidente también asumirá un país, el segundo más pobre de América después de Haití, con un 71% de sus 8,5 millones de habitantes en la pobreza y una economía calamitosa, con un déficit fiscal del 6% y una deuda externa de 5.500 millones de dólares.

Con dos propuestas extremas, Castro ofreció impulsar un «socialismo democrático a la hondureña», mientras que Hernández, mano derecha del gobierno de Lobo -aunque procuró zafarse de sus fracasos-, continuaría el modelo neoliberal.

Unos 25.000 policías y militares resguardaron los comicios. Las autoridades reportaron incidentes aislados de violencia, como un tiroteo cerca de un centro electoral que dejó cinco muertos en la Mosquitia -una remota zona controlada por narcotraficantes. AFP

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