ALCALDE

De Blasio, un demócrata de izquierda y cercano a América Latina para Nueva York

El demócrata Bill de Blasio, consagrado nuevo alcalde de Nueva York con una amplia victoria en las elecciones del martes, llega como una bocanada de aire fresco a la Gran Manzana con políticas de izquierda, una sensibilidad por América Latina y una familia multirracial y moderna.

Bill de Blasio / AFP

De 52 años, casado y padre de dos hijos, el defensor del pueblo de Nueva York se presenta como la antítesis del actual alcalde Michael Bloomberg, un independiente de pasado republicano que dejará el cargo que ocupa desde 2002 luego de tres mandatos.

Duro crítico de las desigualdades existentes en esta ciudad de 8,3 millones de habitantes, propone aumentar los impuestos a los neoyorquinos ricos para financiar el jardín de infantes a partir de los 4 años y denuncia los polémicos controles espontáneos de la policía de Nueva York, que afectan sobre todo a hispanos y negros.

«Creo que la gente de esta ciudad sabe que muchos neoyorquinos luchan para tratar de llegar a fin de mes. Necesitamos hacer un cambio progresista muy serio y alejarnos de las políticas de la era Bloomberg«, dijo el martes al votar en el barrio de Park Slope, en Brooklyn (sureste).

De origen italiano por el lado materno y marcado por el suicidio de su padre -de ascendencia alemana-, De Blasio no ha dudado en definirse como «un hombre de izquierda que cree en la intervención del Estado».

De Blasio no se encontraba al inicio entre los favoritos a la alcaldía, pero ganó las primarias de su partido en septiembre y el martes superó con holgura a su rival republicano Joe Lhota.

Para ello se benefició en parte de los problemas de otros candidatos (como la falta de carisma de la presidenta del Concejo Municipal, la demócrata Christine Quinn, así como del propio Lhota), pero sobre todo sacó rédito del papel central que desempeñó durante la campaña su familia multirracial, moderna y desenfadada.

Su mujer, Chirlane McCray, una poeta afroamericana exlesbiana y seis años mayor que él, lo acompaña siempre y es su socia política, con los Clinton como modelo.

Los hijos Dante, de 16 años y con un corte de pelo «afro» muy vistoso, y Chiara (18) han sido protagonistas de spots televisados para apoyar a su padre y mostrar que no es «otro tipo blanco aburrido».

Esta imagen encaja perfectamente con la visión que tiene de sí misma Nueva York, una ciudad de gran mayoría demócrata, con una población multiétnica de 33,3% de blancos, 25,5% negros, 28,6% hispanos y 12,7% asiáticos.

Una esperanza para los hispanos

Para los 2,3 millones de hispanos que viven en la Gran Manzana, la llegada de De Blasio a la alcaldía debería ser beneficiosa, ya que se trata de un político con sensibilidad por América Latina, que habla español y conoce la región.

Más aún, De Blasio fue de joven un admirador de la revolución lanzada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) nicaragüense que en 1979 derrocó al régimen dictatorial deAnastasio Somoza.

De Blasio, por entonces de 26 años, viajó a Nicaragua en 1988 para ayudar a distribuir alimentos y medicinas, en medio de la lucha del FSLN con los «Contras» financiados por el gobierno estadounidense de Ronald Reagan.

El candidato demócrata también viajó a Cuba, aunque en este caso para pasar su luna de miel con McCray.

Si su pasado «sandinista» causó cierto revuelo al ser revelado por la prensa a fines de septiembre, De Blasio, lejos de negarlo, lo ha defendido.

«No fue un pecado de juventud. Estaba involucrado en un movimiento que pensaba tenía mucho sentido, y la razón por la cual estaba involucrado era a raíz de la política exterior de Estados Unidos«, señaló a la revista New Yorker, en referencia al apoyo a las dictaduras en América Latina en las décadas de 1970 y 1980.

Su discurso progresista es para muchos una bocanada de aire fresco tras los años pro Wall Street de Bloomberg, y varios de sus excolaboradores subrayan su inteligencia, su talento de estratega y su determinación.

Sus detractores, en cambio, lo acusan de «populismo» y de haber llevado adelante una campaña «racista», y también le achacan su limitada experiencia en puestos ejecutivos.

Antes de ocupar el puesto de defensor del pueblo de Nueva York, De Blasio fue concejal municipal de Brooklyn (2002-2009) y exdirector de campaña de Hillary Clinton para el Senado en 2000. AFP

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje