INJUSTICIA

Premios Príncipe de Asturias denuncian la impunidad de los culpables de la crisis

El escritor Antonio Muñoz Molina denunció este viernes "la impunidad de los culpables de la crisis" económica en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, en la que defendió el conocimiento y el trabajo intelectual.

El escritor Antonio Muñoz Molina.

Muñoz Molina en su discurso sobre el «oficio de escribir» denunció el desaliento que genera este trabajo en la incertidumbre actual y en un país «asolado por una crisis cuyos responsables quedan impunes mientras sus víctimas no reciben justicia».

El escritor español, premio Príncipe de Asturias de las Letras, insistió en que «en tiempos de incertidumbres colectivas, es difícil hablar de la perseverancia en el trabajo en un país donde tantos millones de personas carecen de él», lamentando que en España «la rectitud y la tarea bien hecha tantas veces cuentan menos que la trampa o la conexión clientelar».

Ante el selecto auditorio del teatro Campoamor de Oviedo, la capital de Asturias (norte), Muñoz Molina defendió «el trabajo intelectual y el conocimiento», al igual que hizo la socióloga holandesa Saskia Sassgen, premio de las Ciencias Sociales.

El conocimiento «está siendo amenazado no sólo con ataques amplios, visibles, sino también con un despliegue liliputiense, de pequeños cortes», dijo Sassgen, una de las cuatro galardonados que hablaron en nombre del resto de sus compañeros, junto a Muñoz Molina, el director de cine austríaco, Michael Haneke, premio de las Artes, y la fotógrafa Annie Leibovitz, galardón de las comunicación y humanidades.

Sus intervenciones fueron seguidas atentamente por los otros galardonados, los físicos Peter Higgs y François Englert, descubridores del Bosón de Higgs y premio de investigación científica; el golfista José María Olazábal, premio de los deportes; el presidente de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia, Peter Gruss, cuya institución recibió el galardón de Cooperación Internacional; y el presidente de la Organización de Ciegos Españoles, ONCE, Miguel Carballeda, cuyo organismo ganó el el premio de la Concordia.

Sassgen concluyó que un galardón como el Príncipe de Asturias, «donde en períodos anteriores puede haber sido una simple recompensa, hoy día tal premio se convierte en un apoyo activo al saber, un componente de un campo más amplio de la lucha por la autonomía académica».

La intervenciones de los galardonados fueron aplaudidas por el heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón, que presidió la ceremonia de entrega de estos galardones, acompañado por su esposa, la princesa Letizia.

Españoles ejemplares

El príncipe Felipe, cuyo título de príncipe de Asturias da nombre a los galardones, también aludió a los duros momentos que atraviesa España y recordó a los vecinos del barrio de Angrois que ayudaron en el accidente ferroviario que costó la vida a 79 personas en Santiago de Compostela el 24 de julio poniéndolos de ejemplo «para hacer frente al pesimismo, la frustración o la desconfianza que afectan hoy a muchos españoles».

El heredero de la Corona española entregó a cada uno de los galardonados el diploma acreditativo del premio, dotado con 50.000 euros, afirmando que «al reconocer en ellos lo mejor de la ciencia, de la cultura, de la solidaridad y del deporte, enriquecemos nuestro acervo cultural y ofrecemos una imagen muy alejada del pesimismo, que tantas veces retarda nuestro mejor futuro».

El príncipe Felipe aludió a sus trabajos y a sus figuras para insistir en que «nos hacen ver que hacer las cosas bien es el camino para hacer un mundo y una España mejor». AFP

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