España convertida en el vivero de la marihuana para Europa se hace “trending”
Las declaraciones de la Policía de España y los departamentos de seguridad vinculados al narcotráfico, acerca de la conversión del país en el mayor vivero de marihuana de Europa, así como el hallazgo de plantaciones con miles de ejemplares, convirtieron el tema en el trending europeo de las últimas horas.
El tema coincide con el otoño, época de cosecha de la marihuana, que este año además de abastecer al mercado interno español, está ya exportando rumbo a Holanda, Bélgica, Francia e Italia, algunos de ellos otrora abastecedores de los “fumetas” hispanos.
Para la Policía el tema está ya muchísimo más lejos que quien tiene un par de plantas en la terraza de su apartamento: las plantaciones en medio del bosque, de maizales y de otras áreas verdes, así como los invernáculos en medio de naves industriales de porte, son algo cada vez más común y los técnicos afirman que se están gastando centenares de miles de euros, para acondicionar nuevos lugares cerrados de plantación en las mismas ciudades.
Los grupos se organizan más allá del fumarse un porro
Grupos organizados de españoles, marroquíes, italianos, holandeses, e inclusive chinos, ya han sido detectados en estas actividades con últimas tecnologías, que incluyen la hidroponia, las semillas genéticamente modificadas, y cambios en la biotécnica que permiten lograr hasta cinco cosechas al año.
“España era la huerta de Europa para las hortalizas: ahora, lo es para la marihuana”, aseguraron autoridades vinculadas al tema al explicar los números que revelan un aumento significativo en la producción. En tan solo el último mes, casi un centenar de plantaciones han sido detectadas en toda España, lo que significó decenas de miles de plantas capturadas particularmente en el norte del país donde la abundancia de montaña y bosque donde ocultar los cultivos y por su cercanía a la frontera francesa, es ahora uno de los emplazamientos favoritos para las organizaciones.
A eso se suma la levedad de las penas de cárcel que se imponen por el cultivo de marihuana, mucho menos castigado en España que el tráfico de cocaína o heroína. «Hay gente de Francia e Italia que viene aquí a comprar. Contactan con cultivadores locales y, cada dos o tres meses, se dejan caer y les compran toda la cosecha, que luego revenden en sus países, donde tiene muy buen precio», comentaron fuentes de estupefacientes de la Policía Nacional al diario El Periódico de Aragón.
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