FRENTE NACIONAL

Avance de la extrema derecha en Francia vapulea a un faro mundial de la democracia

El avance del Frente Nacional (extrema derecha), que el domingo logró una victoria emblemática en una elección local parcial, aparece como una severa advertencia para la izquierda en el poder en Francia, pero deja en incómoda posición también al principal partido de la oposición de derecha, la UMP.

Marine Le Pen, cabecilla del «Frente Nacional»

El candidato del Frente Nacional, Laurent Lopez, encabezó ampliamente los resultados de la elección cantonal parcial de Brignoles (sur), con 40,4% de los votos, a lo que hay que añadir el resultado de otro candidato de extrema derecha, el del Partido de Francia, Jean Paul Dispard, que obtuvo 9,1%.

La UMP quedó en segundo lugar con 20,8% de los votos, mientras que los dos candidatos de izquierda, un comunista apoyado por los socialistas y una ecologista, respectivamente con 14,6% y 8,9%, fueron eliminados. La abstención alcanzó 66,65%.

«Advertencia», «tortazo», «consternación», los calificativos utilizados el lunes mostraban hasta que punto ese resultado zarandea a todos los partidos, salvo al FN triunfante, cuya dirigente, Marine Le Pen, reivindicó el lunes que su formación «es ya el primer partido de Francia».

El Partido Socialista reconoció que ese resultado es una «muy severa advertencia para la izquierda», pero afirmó que es también una «advertencia para la derecha y para la UMP».

Una advertencia tanto más rotunda cuanto todos los partidos preparan ya las elecciones municipales y europeas previstas en 2014.

Los sondeos predicen en esas dos elecciones un nuevo avance del Frente Nacional, partido que en su discurso abunda sobre los temas de la inseguridad, la migración, la crisis económica y el desempleo.

El partido ecologista, aliado de los socialistas en el gobierno, calificó también la situación de «muy inquietante».

«El electorado socialista se refugia en la abstención», lamentó el senador ecologista Jean-Vincent Placé.

Desde que asumió las riendas del FN, en 2011, Marine Le Pen se ha esforzado en quitar la etiqueta de extremista y sectario que suele asociarse a su partido.

El huevo de la serpiente

Le Pen, que ha optado por una estrategia de implantación local, no cesa de ganar popularidad, hasta el punto que la semana pasada un sondeo la situó en el tercer puesto de las personas que los franceses desean que «desempeñe un papel importante» en el país, algo inimaginable en los tiempos en que el partido era dirigido por su padre, Jean-Marie Le Pen.

Paralelamente, el presidente socialista François Hollande sigue batiendo récords de impopularidad en los sondeos de opinión.

Jean-Luc Mélenchon, dirigente de Partido de Izquierda (izquierda radical), sumamente crítico respecto al gobierno socialista, llegó incluso a afirmar que «el «FN prospera en medio de la resignación» y que el «principal proveedor de sus votos está en (el palacio presidencial del) Elíseo».

«El Frente Nacional tiene una capacidad de movilización indemne», «todo lo demás se derrumba», dijo, declarándose «consternado» por ello.

En la derecha, el principal partido opositor, la UMP, se divide acerca de la actitud a tomar respecto al avance del FN. Recientemente, una de sus principales figuras, el ex primer ministro François Fillon, equiparó el partido de extrema derecha con el PS al aconsejar, en caso de duelo electoral entre candidatos de ambos, votar «por el menos sectario» de los dos.

Con ello, rompió con la línea oficial de su partido, la de rehusar dar consigna de voto en caso de duelo PS-FN.

Esta línea (llamada ni-ni) es ya una evolución respecto a la que prevalecía antes, la del «frente republicano», es decir que los candidatos de los partidos tradicionales llamaban a votar por el candidato no FN, como fue el caso e 2002, cuando Jacques Chirac ganó triunfalmente la elección presidencial, venciendo a Jean-Marie Le Pen con los votos del electorado de derecha y de izquierda.

El presidente de la UMP, Jean-François Copé, sostuvo el lunes que los comicios de Brignoles «confirman el hundimiento electoral de la izquierda».

0tra de sus figuras, el exministro Bruno Le Maire, estimó que «no hay esperanza en ninguna parte hoy en la política, y ése es el drama de la democracia francesa». AFP

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje