«Cronuts”. cruza de donut con croissant se convierten en el nuevo furor americano
Al igual que en la película de Woody Allen “Ladrones de medio pelo”, el éxito arrollador de esta pasteleria neoyorquina, comenzó en el Soho, pero la inmediata aceptación de un nuevo producto de panificación la ha llevado al estrellato a tal punto que cada “cronut” se vende a cinco dólares… y solamente se pueden comprar dos por persona.
De la cruza entre los croissants (o corasanes en criollo) y las tradicionales donuts americanas, nacieron los cronuts, que ahora se comercializan ya en todo el mundo, aunque con distintos nombres en tanto compiten con el derecho de autor de los pasteleros de Dominique Ansel, que así se llama la inventora.
Los cronuts, están hechos con una masa de corasanes con levadura, a la que se da forma circular de donut, y se la fríe en aceite, con lo que alcanza una consistencia sumamente esponjosa y una altura interesante: se cubren con azúcar glaseada… y listo. También hay una versión menos convencional –para hipergolosos- que son las cronuts rellenas de crema. También los hay hechos de chocolate, de pistachos o de café, y ya experimentan con otros sabores.
Los imitadores se expanden por todo el mundo
Los fabricantes explican que los cronuts deben comerse a temperatura ambiente, no dejarlos más de un rato en su envase de papel o mejor aún consumirlos de inmediato, y recomiendan cortarlo con cuchillo de sierra para que no ocurra lo mismo que con otras masas fritas de hojaldre: que se deshaga.
El producto se expandió al instante a pesar de su alto precio incluso para los norteamericanos (US$5), y ya es posible adquirirlos en Londres, Barcelona, Roma o Moscú, aunque con nombres totalmente variados. Incluso en Estados Unidos, quienes han copiado la receta los venden como “Kronutz” , o “Croughnut”, para evitar ser enjuiciados.
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