ECONOMÍA

Europa mediterránea espera que elección alemana afloje austeridad impuesta

Los países del sur de Europa, que se sienten víctimas de la draconiana política de austeridad "impuesta" por Alemania, esperan que las posturas se suavicen tras las elecciones del domingo pese a la esperada reelección de Angela Merkel.

Angela Merkel / AFP

«Necesitamos un cambio: Alemania impone medidas de austeridad porque quiere recuperar los créditos que ha dado. Trata a los demás países como súbditos no como un equipo«, se indigna Daniel Correa, un español de 33 años, que coordina desde su despacho madrileño una plataforma de organizaciones ciudadanas europeas, Citizens for Europe.

En una Europa del sur inmersa en la recesión y golpeada por recortes presupuestarios históricos, numerosas voces retoman este argumento.

Su eco ha llegado hasta Alemania, donde una cincuentena de electores, reunidos por medio de una plataforma en línea denominada «Electoral Rebellion», han decidido introducir en la urna electoral una papeleta elegida simbólicamente por electores de otros países. Daniel Correa es uno de ellos.

«Quieren tener voz en estas elecciones porque se sienten afectados por las decisiones adoptadas en Alemania, pero tienen poca influencia sobre estas políticas«, explica desde Berlín Filip Nohe, de 28 años y miembro del grupo «Egality Berlin», del que partió la iniciativa.

Bajo supervisión internacional desde su rescate en 2011, Portugal está inmerso en un estricto régimen de austeridad, regularmente examinado por la troika de sus acreedores (UE, FMI, BCE). Pero tras estas instituciones, algunos acusan a Alemania de ser la responsable.

Unos anuncios radiofónicos imitaban de esta forma el acento alemán para remedar una imagen de austeridad a finales de 2012 y durante una visita de Angela Merkel en noviembre de 2012 en Lisboa, unos manifestantes corearon eslóganes y mostraron duras caricaturas.

Tras beneficiarse de un primer plan de ayuda ya en 2010, Grecia ha visto esta semana volver a activarse la conflictividad social al anunciar un plan de reestructuración de la función pública elaborado bajo presión de la troika.

Para Yannis Panagopoulos, presidente de la Confederación de Trabajadores Griegos (GSEE), el mayor sindicato del sector privado, la victoria de Angela Merkel supondría «seguir en el callejón sin salida de la política de austeridad en Europa, lo que tendrá como resultado, sobre todo en los países del sur, el estancamiento de la producción y un futuro incierto en cuanto a la salida de la crisis».

Aunque España también se beneficia desde junio de 2012 de un plan de rescate europeo, éste, al contrario que Portugal y Grecia, está limitado a su sector bancario, sin que haya una supervisión global de su economía.

El fenómeno alcanza también a España

Hastiados por los escándalos de corrupción sin fin, decepcionados por los dos grandes partidos, conservador y socialista, los españoles dirigen pues su enfado hacia sus propios gobernantes. Pero, en este país también se ha deteriorado la imagen de Alemania.

Mientras que en 2009, Angela Merkel se encontraba en segundo lugar, sólo por detrás de Barack Obama, en una lista de los dirigentes mundiales mejor valorados, la canciller alemana ha visto caer su popularidad hasta situarse este año en el décimo lugar de trece posibles, justo por delante de Vladimir Putin, en este barómetro que realiza regularmente el Instituto Elcano español.

Víctima de la peor recesión de su historia, Italia no ha necesitado, sin embargo, un rescate europeo. Como en España, el debate público se centra más en sus política interna que en las elecciones alemanas.

En el diario de izquierda La Repubblica, el periodista Maurizio Ricci mostraba, no obstante, su preocupación por una victoria de Angela Merkel, que «significaría austeridad general, recelo hacia Europa, defensa cerrada de los intereses nacionales».

Sin embargo, con la victoria de Merkel casi asegurada, algunos en el sur de Europa prefieren apostar por un reequilibrio de fuerzas políticas. Sobre todo, teniendo en cuenta que ante la aparente debilidad de los liberales, sus socios en la actual coalición, los socialdemócratas parecen prepararse para gobernar con ella.

El eurodiputado portugués Nuno Melo, del partido conservador CDS-PP, espera, no obstante, que «tras las elecciones, las posiciones alemanas se centrarán más en las políticas en favor del crecimiento y el empleo (…), unos temas que ahora están fuera del discurso político alemán porque no proporcionan réditos electorales».  AFP.

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