ARGENTINOS

«José Brochero, un cura con olor a oveja» fue beatificado por el papa Francisco ante multitud

Miles de fieles católicos asistieron el sábado a la beatificación del cura argentino José Brochero, muerto de lepra de 1914, en una misa presidida por el cardenal Angelo Amato, enviado del papa Francisco.

El cardenal Angelo Amato, enviado del papa Francisco, oficia la beatificación en Córdoba, Argentina.

La celebración tuvo lugar en la provincia de Córdoba, 700 km al norte de Buenos Aires.

«Acogiendo el deseo de muchos hermanos y fieles y después de haber escuchado el parecer de la Congregación para la causa de los Santos, concedemos que el venerable siervo de Dios José Gabriel Brochero (…) sea llamado beato de ahora en adelante», señaló el papa Francisco a través de una carta que leyó Amato.

Una multitud estimada en unos 150.000 peregrinos estalló en aplausos para celebrar la beatificación del llamado «Cura Gaucho», la primera en el país sudamericano bajo el papado de Francisco, en una misa celebrada en plena sierra cordobesa donde el beato cumplió su misión religiosa.

«Este pastor con olor a oveja se hizo pobre entre los pobres», dijo el papa en su misiva al subrayar la labor pastoral a lomo de mula a través de las sierras de Córdoba de este cura «que no se quedó en la sacristía a peinar ovejas».

«Hoy la iglesia tiene una urgente necesidad de santos porque ellos son promotores del verdadero bienestar social y humanizadores del progreso», dijo Amato en su homilía.

La proclamación se llevó a cabo con una misa al aire libre en la villa que lleva su nombre en las sierras de Córdoba.

El Sumo Pontífice envió un video transmitido en pantalla gigante en el que ofrenda una campana para la iglesia de la villa con la inscripción «Brochero: un cura con olor a oveja».

«¡Viva el papa!», gritaba la multitud tras observar la bendición de la campana que llamará a misa a los fieles en la pequeña villa de 8.000 habitantes.

Brochero realizó una misión evangelizadora a lomo de mula en esa zona de Argentina, donde nació en 1840 y murió en 1914, víctima de la lepra y ciego.

«Callejero de la fe»

«Brochero se desgastó sobre la mula y acabó enfermando de lepra a fuerza de salir a buscar a la gente como un sacerdote callejero de la fe, eso es lo que quiere Dios hoy: discípulos callejeros de la fe», escribió el papa.

Tras un largo proceso de canonización, el Vaticano le reconoció a Brochero un milagro ocurrido en 2000 y el papa Benedicto XVI firmó su beatificación a finales de 2012.

La celebración fue transmitida en ocho pantallas gigantes, una de ellas colocada en la plaza del pueblo que desde 1916 lleva el nombre del cura.

La fiesta incluyó la participación de 3.000 jinetes gauchos, que ataviados con ponchos tradicionales como los que solía usar Brochero, desfilaron llevando imágenes del beato.

Nicolás Flores Violino, de 13 años, el niño cuya cura tras un grave accidente de tránsito se le atribuye a un milagro del sacerdote Brochero, fue el encargado de llevar al altar las reliquias del beato en uno de los momentos más emotivos de la ceremonia.

La causa por la beatificación se inició en 1965 pero recién en 2012 una junta médica del Vaticano aprobó por unanimidad atribuir al sacerdote la cura milagrosa del niño.

Nicolás tenía 11 meses cuando sufrió junto a su familia un grave accidente automovilístico en el que perdió masa encefálica, pero su padre invocó al cura Brochero, y semanas después el médico que lo trataba anunció que el niño había sobrevivido pese a todos los pronósticos científicos negativos.

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