MÁS GUERRA 01 de septiembre de 2013, 22:19hs

Ejército sirio reposiciona equipos militares y los oculta en todas las áreas civiles

Mientras los sirios que viven en Damasco, intentan acopiar la mayor cantidad de alimentos posible, mientras otros abandonan el país –en largas marchas incluso a pie- rumbo a la frontera turca, los militares del régimen habrían ya trasladado numerosas armas y equipos a lugares civiles, incluyendo escuelas y mezquitas.

El gobierno insiste en que se defenderá de cualquier ataque y apunta que si Estados Unidos invade, no solamente tienen formas de contrarrestar a la mayor potencia militar del mundo, sino que el destino de Israel está en serio peligro.

Siria insiste que es ridícula la hipótesis estadounidense para comenzar las hostilidades, ya que no había razones lógicas –cuando estaban derrotando a los rebeles, según afirman- de dar motivos para una intervención militar desde Occidente.

Moscú sigue respaldando al gobierno en Damasco y afirma que si Estados Unidos tiene pruebas que debe presentarlas de inmediato ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Washington afirmó que tiene las pruebas y que los técnicos de ONU en el terreno sirio donde murieron centenares por armas químicas, “no pueden decirle a Estados Unidos, nada que Washington ya no sepa”, según afirman, lo que pauta que lo dicho por los observadores internacionales no será el condicionamiento definitivo.

Insisten que no habrá “botas en el terreno”

Las conclusiones preliminares de los expertos de la ONU están prontas este domingo y acto seguido EE.UU. comenzará las operaciones más allá de cual sea la conclusión primaria, según la mayoría de los observadores.

Las opciones serán en una primera fase, “ataques punitivos”, buscando imponer una zona de exclusión aérea sobre el país, algo similar a lo que se hizo en Libia. Ello no implica que el control deseado no se pueda alcanzar sin alto costo de vidas, en tanto Al Azad –si movilizó la cohetería a centros civiles- está en posición de dar batalla al arsenal más moderno del mundo, desde una posición que, de ser atacada, conllevaría un fuerte rechazo de la comunidad internacional contra Washington.

Lo concreto es que en principio “no habrá botas en el terreno”, según palabras de Barack Obama, respaldando un ataque limitado y sin invasión, aunque parece también difícil que no intenten derrocar a Bashar para poner algún afin al imperialismo en el poder.