CUMBRE

Unasur sacudida por Siria y arresto de hijo del presidente anfitrión

Los líderes de Unasur celebran en Surinam una cumbre agitada por un eventual ataque militar de Estados Unidos a Siria, y con la embarazosa detención, a pedido de Washington, del hijo del presidente anfitrión, como telón de fondo.

Desi Bouterse, Dilma y Cristina en Suriname

El gobernante de Surinam, Desi Bouterse, recibió de Perú la presidencia temporal del bloque, envuelto en el escándalo del arresto de su hijo en Panamá, de donde fue extraditado a Estados Unidos acusado de tráfico de drogas y armas.

«Fuimos informados, pero por ahora me concentraré en la cumbre de Unasur», dijo el presidente surinamés a la AFP al ser consultado sobre la captura de Dino Bouterse, poco antes del inicio de la cumbre de jefes de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas en Paramaribo.

Desi Bouterse, un exgolpista protegido con una amnistía e inmunidad presidencial en un proceso por ejecución de opositores y una condena por narcotráfico en Holanda en 1999, recibió a sus invitados con un mensaje en el que elogió al fallecido líder venezolano Hugo Chávez.

El gobierno de Surinam no ha dado mayores precisiones sobre el caso de Desi Bouterse, detenido el jueves por autoridades panameñas y entregado a agentes de Estados Unidos.

Postura frente a Siria

La cumbre, que sellará el retorno de Paraguay a Unasur tras un año de suspensión, debate una declaración conjunta ante un eventual ataque militar de Estados Unidos a Siria con el argumento de que Damasco usó armas químicas contra civiles.

En Paramaribo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que comentará a sus colegas la carta que enviará al presidente estadounidense Barack Obama, en la que le pide desistir de una intervención armada. «No aceptamos agresiones contra ningún país», subrayó.

«La postura de Ecuador, que ojalá sea la de Unasur, es la de rechazar esa invasión, esa intervención militar que se pretende en Siria», expresó el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, quien dijo esperar que el bloque asuma una postura «frontal» y «sin miedo».

Obama aseguró este viernes que seguía sin tomar una «decisión final» sobre una acción militar. Tras el rechazo del Parlamento británico al ataque, Francia, que desea una acción «proporcionada y firme» contra Damasco, se erigía como principal aliado de Estados Unidos, a los que se suma Australia.

Los gobiernos de Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia ya manifestaron su rechazo a una intervención.

Argentina, que ejerce la presidencia pro témpore del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, propuso «una intervención humanitaria sin fines ni medios militares y con mandato» de la ONU. Brasil dijo que no apoyará una acción militar sin el aval del organismo internacional.

Paraguay y bilaterales

La cumbre sellará el retorno al bloque de Paraguay, suspendido en junio de 2012 tras la destitución por el congreso del presidente izquierdista Fernando Lugo.

Es la primera cita internacional del flamante mandatario Horacio Cartes, quien todavía no decide si su país volverá también al Mercosur, del que fue expulsado por la misma razón y que está presidido por Venezuela.

En entrevista con la AFP, Correa tocó otro tema político sensible, al revelar que envió una carta al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado en la embajada de Quito en Londres, para advertirle que «puede hacer campaña política», pero sin burlarse de los políticos australianos.

En la cumbre, Correa pide a sus pares apoyo en el juicio que enfrenta su gobierno contra la petrolera estadounidense Chevron por daños ambientales en la Amazonía.

En otro conflicto, los presidentes Dilma Rousseff (Brasil) y Evo Morales (Bolivia) abordarán la crisis por el caso del senador boliviano Roger Pinto, fugado a Brasil desde la embajada brasileña en La Paz, donde tenía asilo, aunque no había obtenido un salvoconducto para abandonar Bolivia.

«Estamos abiertos al diálogo», expresó Morales, y señaló a Pinto como «un delincuente que tiene que ser juzgado».

El canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, opinó no obstante que el episodio «no va a alterar» las relaciones entre ambos países.

Tras la cumbre, Maduro y el presidente de Guyana, Donald Ramotar, revisarán en Georgetown la relación entre sus países, que tienen una disputa desde hace más de 50 años por un territorio de 159.500 km2, rico en recursos minerales y que los venezolanos reclaman.

La cumbre también evalúa una reforma de los estatutos del bloque. «No podemos permitir que Unasur sea gobernada por una burocracia institucional», declaró el canciller venezolano Elías Jaua.

Los líderes también discuten sobre la sucesión del secretario general de Unasur, dado que el venezolano Alí Rodríguez Araque se despide del cargo, que ocupaba desde junio de 2012.

De los 12 países que integran el grupo, están ausentes los presidentes de Argentina, Uruguay, Chile y Colombia, cuyo mandatario Juan Manuel Santos enfrenta una crisis interna por las protestas campesinas, que lo llevó a militarizar Bogotá.

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