Tras un año y medio la Eurozona sale “a gatas” de la recesión: creció 0,3%
En otros tiempos un crecimiento trimestral del 0,3% hubiera sido considerado casi ofensivo por los 17 países que integran la Eurozona: al conocerse este dato en positivo para el período abril-junio, hubo alborozados festejos desde los gobiernos, que arrastran un año y medio de números en rojo, que a partir de ahora esperan revertir definitivamente.
La agencia estadística de Bruselas –Eurostat- confirmó que en el segundo trimestre de este año tuvo un saldo positivo con Alemania a la cabeza que creció 0,7%, seguida por un inesperado auge francés, del 0,5%, generado por un aumento de su consumo interno. Portugal dejó atrás dos años de retrocesos, y tuvo el índice más alto de todos, 1,1%, pero la cifra obedece no a mejoras concretas sino al rescate financiero de la Unión Europea y un durísimo ajuste en el sector público.
La idea que se llegó al “potencial” punto de inflexión
El comisario europeo de Economía, Olli Rehn, dijo que el dato “ligeramente más positivo de lo previsto, de ninguna manera da margen para el triunfalismo”, y reflexionó que el momento puede ser un “potencial punto de inflexión” para la economía.
En su blog, Rehn añadió su expectativa “que no haya declaraciones complacientes prematuras, diciendo que la crisis ha acabado, porque sabemos que todavía quedan obstáculos que salvar”.
El lento ritmo de crecimiento que pronostica la Comisión, o la fragilidad de la recuperación en los mercados financieros, parecen respaldar sus escasamente optimistas comentarios, que recordaron también que hay “tasas de desempleo inaceptablemente altas”, en algunos países como Grecia y España, donde se supera el 25%.
«Una recuperación robusta está al alcance de nuestra mano, pero hay que mantener el ritmo de las reformas, recobrar el control de nuestra montaña de deuda, pública y privada, y poner los pilares de una auténtica unión económica y monetaria”, puntualizó.
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